El Lugo da su mejor versión para doblegar al Granada

Dijo en la previa Fran Justo, técnico local, que el Lugo necesitaría su mejor versión para doblegar al Granada. La dio. En un partido vibrante de principio a fin el Granada se dejó tres puntos ante los del Anxo Carro, prorrogando una mala racha a domicilio que le lastra clasificatoriamente y le come la moral. Los de casa, por su parte, cierran la primera vuelta totalmente enganchados a la lucha por la permanencia y con un buen sabor de boca para crecer.

Para sorpresa de nadie, el partido fue dominado desde el principio mismo por el Granada. La consigna local era clara: aguantar y, si se podía, salir rápido. A los de Paco López, una plantilla con nombres y hombres de Primera, no les quemaba la pelota y tampoco la regalaban. Pero la primera delicatessen del partido la puso el Lugo, con forma de golazo: una buena jugada de Zé Ricardo desde su banda terminó con la bola en los pies de Loureiro, que soltó un latigazo desde fuera del área que fulminó a Raúl Fernández colándoselo por la misma escuadra. Tremendo. Quiso responder el Granada con un remate a bocajarro de Uzuni repelido felinamente por Whalley y a cuyo rechace no acertó a embocar Molina. Arriesgaba el Granada y se relamía el Lugo, que veía espacios que asaltar en cada recuperación. Casi se la metió en propia Alberto Rodríguez en un corte que acabó en el palo, y Miguel Rubio vio la segunda amarilla en el 39′ (la primera la había visto en el 21) por derribar en carrera a Chris Ramos al borde del área. No se puede culpar al central, a Chris Ramos solo lo podían parar con faltas.

Con uno menos, ajustó Paco López a los suyos en el descanso dando entrada a Cabaco y Perea por Molina y Petrovic. Si con el empate al Lugo no le importaba la posesión, yendo por delante menos aún, por lo que buscó el repliegue cediendo la pelota sin empacho pero sin dejar de morder la salida de balón del Granada. El partido se disputaba a cara de perro, con una batalla en cada balón dividido entre la garra local y la prisa visitante. Subían los decibelios y la presión del Granada, obligado por el resultado, metía atrás a un Lugo que comenzaba a acusar el cansancio. Lo intentaron los nazaríes con todo hasta el final, pero un Lugo soberbio de principio a fin no soltó la presa de unos tres puntos que mereció y que le permiten seguir en la lucha por la permanencia. El Granada, por su parte, llega al parón sin resolver su doble cara lejos de Los Cármenes.