El Levante pasa a tener el tercer límite salarial más bajo de Segunda
El límite de coste de plantilla de la entidad granota se reduce hasta los 4,7 millones de euros; el tercero más bajo de la categoría, sin contar al filial del Villarreal.
La excedida gestión de los últimos ejercicios y la no consecución del ascenso han dejado al Levante, con 4,7 millones de euros (4.753), como el tercer límite salarial más bajo de Segunda División, tan solo por encima de la SD Huesca (4.590) y el Amorebieta (4.097), ya que el Villarreal B no computa, al tratarse de un filial y formar parte de la estructura del límite salarial del primer equipo (143.918). Equipos recién ascendidos como Racing de Ferrol (5.769), CD Eldense (5.371) y Alcorcón (5.216) están por encima de la entidad granota.
Pese a la venta de futbolistas por un valor cercano a los 20 millones de euros (Pepelu, Marc Pubill, Jorge De Frutos, Dani Cárdenas y Marcelo Saracchi), el Levante ha visto reducido su límite salarial en unos siete millones de euros desde la última actualización de febrero de 2023 (11.699, rebajando mínimamente los 11.948 con los que finalizó la ventana de verano de 2022).
Ya la temporada pasada, pese a los once millones de límite salarial, la entidad de Orriols trabajaba con una estructura sobredimensionada por un valor de unos 20 millones de euros. Muy por encima de las cantidades cifradas por LaLiga, apoyándose en el colchón que supuso la ayuda por el descenso y jugándoselo todo y más por tratar de regresar a la máxima categoría.
Esta temporada, pese al esfuerzo de la dirección deportiva, reconociendo haber reducido en un 50% el coste de plantilla (a falta de números públicos, que se darán a conocer en la Junta General de diciembre, la cifra sería de alrededor de diez millones de euros), el Levante sigue siendo un club excedido. En esa línea, la inversión de José Danvila, que consiste en un préstamo participativo por valor de 10 millones de euros a un interés del 7,5% y la compra de un paquete accionarial del 50% de las acciones de la Fundación por un valor de cinco millones de euros, se ingresará en las arcas del club y la Fundación el 23 de octubre, una vez realizada la Due Diligence, como confirmó la portavoz Maribel Vilaplana, para tratar de reconducir la situación económica con la nueva gestión del club.
En esas condiciones, Felipe Miñambres ha abordado diez incorporaciones para reforzar una plantilla bajo recursos mínimos, únicamente apoyado en las ventas llevadas a cabo durante el mercado de verano. En ese sentido, únicamente Iván Romero, Ángel Algobia y Sergio Lozano han llegado con la etiqueta de “traspaso”, por los que se ha abonado una cantidad simbólica o se han cedido conceptos relativos al porcentaje de una futura venta del jugador. Carlos Álvarez, por su parte, ha sido inscrito con ficha de filial. El resto han llegado libres, salvo Álex Valle, cedido por el Barcelona.
Con todo, la entidad sigue presentando problemas de liquidez y rozando la causa de disolución. Por lo que la gestión del nuevo Consejo, más allá de luchar por conseguir el ascenso, pasa por seguir vendiendo las piezas más valiosas y, a buen seguro, por una mayor inversión por parte de Danvila para sostener la deuda del club.
¿Qué es el límite salarial, quién y cómo lo calcula?
El Límite de Coste de Plantilla Deportiva es el concepto que recoge la cantidad máxima que cada equipo español puede gastarse en los salarios destinados a jugadores, entrenador, segundo entrenador y preparador físico (plantilla inscribible), así como en el filial, la cantera y otras secciones del club (plantilla no inscribible). Es el principal pilar dentro del Control Económico para que los clubes sean solventes.
En la plantilla deportiva inscribible se incluyen las remuneraciones salariales fijas y variables (ya sean pagos en dinero o en especie como puede ser una casa, un coche o un viaje...), las remuneraciones por cesiones de los derechos de imagen, la amortización de los fichajes, las cuotas de Seguridad Social, indemnizaciones por la extinción de contratos, primas colectivas, gastos de adquisición al tener que pagar primas a representantes...
Su cálculo se realiza a partir de la diferencia entre ingresos (por derechos de televisión, comerciales, ticketing...) de los gastos estructurales y el repago de la deuda prevista a lo largo de la temporada. Cada equipo es el que elabora su propio límite salarial, pudiendo incluso ponerse una cantidad por debajo de su techo (como ha hecho algún club), pero cumpliendo siempre con las normas del Control Económico de LaLiga y que deberá ser aprobado por el Órgano de Validación. En caso de tener un límite salarial que no garantizase la estabilidad del club, este organismo lo reducirá hasta una cantidad que si lo hiciera posible. Los límites salariales se calculan con fórmulas matemáticas objetivas sin ninguna subjetividad individual. En caso de que un equipo termine la temporada con el límite salarial excedido, se le obligará a ahorrar dinero para corregir dicha situación a través de la regla del 40%. Es decir, solo se podrá inscribir a un nuevo jugador con el 40% de lo ingresado por la venta o rescisión de contrato de otro futbolista.