El Levante de Calero mastica su primera derrota

Aprender de la derrota. A pesar de que el Levante hizo méritos en La Romareda para salir de vacío, llegó la primera derrota de la era Calero. El técnico de Parla era consciente que, tarde o temprano, llegaría el primer tropiezo. “Me voy con la sensación de que hemos hecho muchas cosas para no irnos con la derrota, pero así ha sido. Así que no queda otra que mejorar. No hay consuelo de tontos. En el fútbol hay que merecer, concretar y sumar puntos”, aseguró el entrenador tras el partido.

El conjunto granota no había perdido desde la llegada de Calero, ni siquiera en pretemporada, acumulando una racha de 12 partidos, contando los amistosos del verano, sin probar el sabor de la derrota desde que comenzaron a competir a mediados del mes de julio. “Ojalá hubiera llegado un poquito más tarde”, recalcaba Morales, el goleador del equipo en Zaragoza.

El Levante se sobrepuso a un nuevo penalti evitable, como ocurrió el día del Cádiz, esta vez cometido por Pampín, tras intentar despejar y llevarse por delante al atacante zaragocista, como le sucedió a Algobia en la segunda jornada de Liga. Calero asume que son “situaciones muy puntuales que no son trabajables”. “Son acciones individuales en la que uno no pretende hacer penalti. Vas a despejar y terminas golpeando al rival, que le puede pasar a cualquiera. A nosotros nos ha pasado dos veces y nos han quitado algunos puntos. Pero esto es el fútbol”, remarcó.

Pese al penalti, el Levante buscó con ahínco la reacción y la encontró con suspense con el segundo gol de la temporada de Morales después de la revisión del VAR, ya que las imágenes determinaron que el balón había entrado completamente tras la gran intervención de Poussin. Pese a ello, y tras una gran respuesta del equipo, especialmente en el primer tiempo tras el gol, no fue suficiente para puntuar. “Es una pena que se nos haya ido el partido al final. El punto era bueno”, destacaba el ‘Comandante’, apenado de que su tanto no hubiera servido para sumar tras firmar la victoria con su gol en Cartagena. El partido se decantó por un chispazo de talento del serbio Bazdar, que recortó a Pablo Martínez en la frontal y la ajustó al palo con el interior de su pie izquierdo en el tramo final minutos después de saltar al terreno de juego.

“Cuando venga la derrota tendremos que intentar asumirla y aceptarla”, explicaba Calero en la previa del encuentro, consciente de que era cuestión de tiempo que llegara el momento. “Tenemos que seguir adelante, levantar la cabeza y no ser pesimistas”, recalcó después del partido.

A pesar de los merecimientos del equipo en La Romareda, el análisis pasa por hacer hincapié en los puntos de mejora que lleva señalando durante semanas el técnico, especialmente en la faceta defensiva, donde el equipo todavía se muestra algo tierno, habiendo dejado la portería a cero en tan solo un encuentro pese a ser una de las señas de identidad de Calero. “Estamos jugando con atrevimiento y valentía y eso te hace poder encajar”, analizaba el entrenador madrileño; como ocurrió en La Romareda, cuando el equipo andaba algo desprotegido en busca del segundo gol y perdió por momentos el equilibrio. “Dicho eso, me gustaría mucho mejorar esa faceta porque creo que los equipos buenos, y a los que le pasan cosas buenas, dejan muchas porterías a cero”, reconocía Calero, fiel a su estilo reflexivo.

Ahora, tras la jornada de descanso que ha afrontado el equipo en el día de hoy, convertida en una jornada de reflexión, toca hacer la lectura del partido, analizar las virtudes y los defectos del equipo, y asimilar e interiorizar la primera derrota sin caer en pesimismos para seguir creciendo. El Levante cayó con la cabeza alta.

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