SEGUNDA DIVISIÓN

El Leganés saborea vencer en Lezama “como ganar la Copa del Mundo”

El triunfo ante el Amorebieta con uno menos durante una hora refuerza la moral de un grupo al que rodeaban las dudas de las dos derrotas anteriores. El entrecomillado, de Allan Nyom.

AIOLFUTBOLOAS

Allan Nyom entró al ‘euforiquérrimo’ vestuario de Lezama tras ganar al Amorebieta (0-1) mirando directamente a la cámara del móvil que sostenía Uxue Caballero, la jefa de prensa del Leganés, que grababa el típico ‘vídeo de vestuario’ que luego se emiten en las redes sociales del club después de cualquier triunfo. Aunque ésta no fue una victoria cualquiera. El camerunés, con gesto entre serio y burlón, soltó una reflexión nada bromista. Pura explosión de sinceridad. “Ganar así, es mejor que ganar la final de la Copa del Mundo”, se dirigió agitando el dedo, en rotundo tono afirmativo, mirando al dispositivo que detrás escondía miles de pepineros eufóricos.

Su mensaje, lejos de la exageración, era pura verdad. Al menos para una plantilla que vivió el triunfo ante el colista como mucho más que sólo tres puntos más. Un momento de inflexión. Una de esas noches que al final de una temporada valen un ascenso, aunque nadie de puertas para afuera verbalice con tanta rotundidad el objetivo blanquiazul. Algo más que una victoria por varios factores. Importantísimo, el cómo. Al Leganés se le puso en Lezama todo en contra.

“El partido se nos ha ido complicando. Primero hemos tenido la ocasión de Raba, luego la lesión de Miramón, luego nos hemos quedado con 10…” empezaba a enumerar un Borja Jiménez satisfecho como pocas veces con el resultado y también con el rendimiento de los suyos. El partido empezó torcido con la dolencia muscular del mismo Miramón (20′) y continuó con la expulsión de Neyou tras revisión del VAR (31′) que hizo que el Leganés jugara más de una hora con uno menos.

Agobio sin asedio

La expulsión llegó justo cuando el Leganés más sufría y más se le dejaban notar unas carencias que no terminaron de desaparecer en la segunda mitad y pese a los cambios. Claro que el escaso potencial ofensivo de un Amorebieta limitado, no convirtió en asedio lo que sí fue un despliegue que apenas dejó respirar al Leganés. De hecho, en esa segunda mitad, sólo hubo una ocasión blanquiazul. La del gol (golazo) de Juan Cruz.

Ese gol excelso, esa resistencia épica, esa sobrevivir a la presión de saber que era una oportunidad única por resultados (salvo el Elche, el resto de perseguidores pincharon) daba más valor a un triunfo también cargado de significado por los resultados anteriores.

“Nos refuerza mucho. Los chicos lo han celebrado como ocurre cuando estás ahí arriba y no ganas. Siempre hay dudas. Aunque seas líder en el entorno se crean dudas. Pero desde dentro teníamos claro que estábamos bien. Esta victoria a nivel mental nos da mucha fuerza para consolidar lo que somos… somos un gran equipo”, resumía ese sentimiento Borja Jímenez.

El abulense comanda al equipo líder desde la jornada 12, en total, ya 19 jornadas consecutivas que demuestran que, aunque a veces le cueste créerselo, éste equipo tiene el mismo potencial que transatlánticos de presupuesto como Elche, Espanyol o Elche, por poner el ejemplo de los clubes con más capacidad económica de Segunda.

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