El Leganés otea los 50 puntos y prepara el cambio de discurso

El Leganés se encuentra al borde de un hito en la temporada. Cambiar de discurso para pasar de la búsqueda de la permanencia al anhelo exigido del ascenso no es sencillo. Volantazo de mérito que los pepineros tienen al alcance de su mano. Con el triunfo del pasado domingo en Andorra (2-3), el líder de la categoría acumula ya 42 puntos, apenas ocho menos para la barrera psicológica y virtual (no matemática) de los 50 puntos, esa frontera que, una vez superada, se considera garantiza la salvación y permite abrir nuevos horizontes. En el caso del Lega, con vistas al sueño de regresar a Primera.

El asunto no es baladí. El actual Leganés y, sobre todo su entrenador, Borja Jiménez, han articulado buena parte del éxito del inicio de temporada en una consolidada estrategia de reorganización de objetivos. Allá donde antes el Leganés siempre hablaba de ascenso como prioridad (lo ha hecho durante las tres últimas campañas en Segunda), el abulense se aferró a la realidad pepinera para poner los pies en la tierra a su parroquia y, de paso, a todo el club.

Dos cursos rozando el descenso, amén de una notable reducción salarial (la actual plantilla de Leganés es 2-3 millones de euros más barata que la de la temporada pasada) hicieron que el sentido común dominase el discurso blanquiazul. “Nuestro objetivo es la salvación, alcanzar los 50 puntos”, empezó a decir rotundo el entrenador hasta convertir este discurso, en mantra. Casi en meme.

Paralelismos con 2016

La fórmula ha funcionado porque alrededor de este concepto innegociable, el Leganés fue creciendo en una idea de sacrificio colectivo y humildad que maridaba a la perfección con el ADN pepinero. Tanto es así, que incluso ha llegado en algunos momentos a mimetizarse con el escenario de la 2015-2016, la campaña del ascenso. Por entonces Garitano y sus chicos iniciaron con el objetivo de mantener la categoría en su segunda campaña tras subir de Segunda B. Finalmente ascendieron, pero hasta que no se alcanzó la frontera de los 49 puntos, el técnico no desveló que el objetivo era “subir a Primera División”.

Desde entonces, toda la entidad, masa social, instituciones y jugadores remaron en esa dirección. En la actual temporada podría pasar lo mismo, aunque en las últimas semanas, con el Lega consolidado en el liderato (son once jornadas consecutivas ahí arriba) ya se ha ido abandonando la idea de insistir en que el objetivo es ascender para deslizar cotas mayores. Aun así, Borja Jiménez sigue defendiendo la evolución gradual del discurso para evitar prisas innecesarias que generen, a su vez, ansiedades incómodas.

“Ser ambiciosos”

“Yo soy el primero que quiere cambiar el discurso”, empezó a explicar Borja Jiménez en una entrevista en As a principios de 2024. “Soy ambicioso. Estamos cerca de los 50 puntos. Creemos que los podremos conseguir. Y cuando los consigamos, hay que celebrarlos. Ojalá pueda ser en enero o en febrero. Y a partir de ahí, el siguiente objetivo tiene que ser igual de ambicioso”, insistía.

“Hablar de un segundo objetivo sin haber conseguido el primero es innecesario. Vamos a coger el primero. Y cuando lo tengamos, hablamos del siguiente. No sé por qué hay que hablar de un objetivo de mayo en enero. Nuestro objetivo para mayo era 50 puntos. La gente se subió al discurso de los 50 puntos y nos ha ayudado mucho”, zanjaba el entrenador abulense.

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