El Leganés nunca había caído las tres primeras jornadas en Segunda
El único precedente similar desde 1987 (fecha del primer ascenso a Segunda B) es la temporada 2019-2020 en Primera con cuatro derrotas seguidas para estrenarse.
Las tres derrotas consecutivas que suma el Leganés ante Alavés, Oviedo y Lugo en este inicio de temporada representan el peor arranque de los pepineros en Segunda División. En las 15 temporadas anteriores que los blanquiazules habían disputado en la categoría de plata jamás habían comenzado cayendo en esas tres primeras jornadas. De hecho, desde que los pepineros ascendieron por primera vez a Segunda B en 1987, sólo en una campaña se comenzó con tan malos resultados. Fue en el curso 2019-2020, en Primera División, temporada que, mil desgracias mediante, acabó con el descenso pepinero a la categoría de plata.
En aquella ocasión el Leganés cayó en los cuatro primeros partidos de Liga, sumó después dos puntos consecutivos y encadenó, más tarde, tres derrotas más que acabaron con la dimisión de Mauricio Pellegrino. Y aún así, pese a sumar sólo dos puntos de 27 posibles, el Leganés se quedó a un gol de la salvación en Primera.
Otros arranques nefastos
En otras campañas se produjeron comienzos también trastabillados, pero ninguno de ellos hizo que el Leganés se quedara en blanco en las tres primeras jornadas. Por ejemplo, la temporada pasada el Lega sumó solo un punto de los primeros 9. En 2007 (en Segunda B) se sumó también un punto en las primeras cuatro jornadas. Mismo recorrido que en 2005, 1999 o 1993. Estas cuatro campañas representan lo más cercano a lo que está viviendo un Leganés que siente como se repite el mal rollo que sacudió el curso hace 12 meses.
Ahora se unen los agravantes de una plantilla más limitada (se han ido piezas que no se han reemplazado por jugadores de la misma calidad), con menos opciones económicas para fichar y, además, más acuciada para cerrar el mercado de fichajes con refuerzos que apuntalen al equipo pepinero: aún quedan 3-4 fichajes por incorporar.
Pensando en la salvación
La única diferencia positivad con respecto a lo sucedido en el mal inicio de Asier Garitano y su equipo es que el Leganés ahora no mira al objetivo del ascenso. De hecho, en el seno del club se repite que el primer objetivo debe ser la salvación y, a partir de ahí, evaluar opciones. Panorama complejo de asimilar en una masa social de exigencia creciente a la que el pasado paso por Primera División ha elevado el nivel de la expectativas. Ya nadie se conforma con un Leganés que aspire sólo a mantenerse un curso más en Segunda, aunque la estadística diga que, hoy por hoy, ése es el único objetivo real de los pepineros.