El Leganés cambia la tendencia y juega cómodo fuera de casa
Por ahora suma pleno de victorias (dos) de visitante. Son la mitad de los triunfos que logró fuera toda la temporada pasada. Ahora tendrá dos salidas seguidas en Elche y Mirandés.
El Leganés afronta en las próximas dos jornadas dos salidas consecutivas que servirán para testar el buen rendimiento que los pepineros están luciendo lejos de Butarque esta temporada. Ritmo de puntuación que bajó bruscamente la pasada temporada. Pero, por ahora, el equipo blanquiazul ha resuelto con victorias sus dos salidas ante Alcorcón (0-2) y Eibar (0-1). El Elche y el Mirandés, los siguientes contendientes del Lega, serán buenas piedras de toque para saber si los de Borja Jiménez son capaces de mantener el nivel o si se retorna a las andadas de ser conjunto venido a menos en rodeo ajeno.
El fenómeno se dejó notar especialmente la temporada pasada, cuando sólo logró 17 puntos fuera de su estadio merced a cuatro victorias y cinco empates. El resto de encuentros (doce) acabó en derrotas, con un balance de -9 goles (sólo 14 tantos a favor, 23 en contra). Los dos cursos precedentes en Segunda después del descenso de 2020 no fueron del todo negativos.
Un curso antes sumó 24 puntos (seis victorias, seis empates). Fueron en verdad sólo seis puntos menos que los 30 que cosechó en casa. De hecho, algunas de las actuaciones más notables del equipo se produjeron como forastero. Cabe destacar los triunfos en Zaragoza o Huesca (ambos por 0-2) o ante Amorebieta y Ponferradina (1-3 y 0-3 respectivamente) con los que se selló la salvación.
La temporada del retorno a la categoría de plata el Leganés sumó 25 puntos de visitante (seis victorias, siete empates), que en verdad sólo fue un punto más de los que cosechó un año después. Aquella campaña en la que acabó tercero (lo eliminó el Rayo en Playoffs) también fue positivo como visitante, con triunfos destacados. Especialmente el 0-5 al Real Zaragoza en la última jornada del campeonato, la mayor goleada visitante del Lega en su historia en fútbol profesional.
Mal bagaje con Idiakez
Todos buenos recuerdos que el curso pasado quedaron disipados por un equipo especialmente flojo como visitante bajo el mandato de Imanol Idiakez. De esos cuatro triunfos antes reseñados en todo el curso, dos (Ponferrada y Burgos) se dieron en los escasos cuatro partidos de forastero que dirigió Carlos Martínez. Dicho con otras palabras, el Leganés con Idiakez compitió en 17 encuentros y sólo logró dos triunfos: ante el Cartagena (1-2) y frente al Ibiza (0-2). Desde aquel encuentro y hasta el siguiente triunfo visitante mediaron nueve duelos, con cinco empates y cuatro derrotas.
El ‘hormigón’ es el secreto
Ahora este Leganés de Borja Jiménez ejerce fuera de casa con sensaciones diferentes. Ya lo hizo en Alcorcón, donde venció 0-2 y supo resistir en una mala primera parte. Se transmutó en la segunda y asaltó el hogar del vecino. Ante el Eibar esa tendencia de supervivencia fue todavía más acusada. El Leganés lució músculo defensivo (más de 37 balones despejados) para hacer bueno uno de los tres remates que tuvo entre palos y vencer. Esa capacidad de resistencia, ese conocimiento defensivo y sentirse cómodo en el torpedeo rival es una de las razones que aumentan la esperanza de este Leganés cuando hace las maletas, sabedor que pese al dominio de los rivales, siempre tendrá su oportunidad.
“Hay que corregir cosas pese a hacer cosas muy bien. Tenemos margen de mejora, mucho margen de mejora. Lo habrá durante todo el año. [En Eibar] hicimos una defensa muy cerca de nuestra área ante muchos centros del rival. Les obligamos también a que fuera así. Ahí creíamos que podríamos ser ganadores. Nos habría gustado poder defender más arriba, tener menos centros… pero estuvimos bien. Los centrales, los medios, taponando muchos tiros frontales. Mucho sacrificio, muchos kilómetros, mucha solidaridad… no podemos perderlo”, repetía Borja Jiménez en la previa de la visita a Huesca como fórmula para un éxito que, por ahora, está regalando una versión potente del Leganés fuera de su estadio.