El Leganés aprieta en las salidas como única ‘palanca’ de fichajes

Faltan sólo tres días para que el mercado invernal cierre (lo hará el jueves 1 de febrero a las 23:59) y en el Leganés no se ha podido ejecutar movimiento alguno. Una situación barruntada desde antes incluso de que se inaugurara esta ventana de traspasos. La culpa la tiene el escaso margen de maniobra que tienen los pepineros con un límite salarial condicionado a la entrada de ingresos (y no ha entrado nada…) o a la liberación de la masa salarial que puedan dejar algunos jugadores.

Las salidas son, por ahora y salvo giro inesperado, la única palanca a la que se puede abrazar el Leganés para intentar acometer al menos un refuerzo, que mira a la posibilidad de que los dos únicos candidatos a marcharse abandonen el club con cierto aire que mezcla entre esperanza, pero también urgencia, porque de no producirse, es complicado que haya refuerzos, con todo lo que ello conlleva. La única baja que ha dejado por ahora el mercado, la de Naim al Barça Atlètic, apenas ha liberado dinero.

Sin la vía Cartagena

Sucede que, por ahora, esas salidas también están complicadas. Son las de Josema y Poveda. Ambos han mirado con fuerza a Cartagena e incluso hubo serias posibilidades de que fuera su destino compartido, pero finalmente todo quedó en agua de borrajas. El interés inicial por el primero se apagó al calor de un “no es un puesto que interese”. Con Poveda se alegó “problema de fichas” para aparcar el deseo de su retorno a Murcia.

Ahí murió el interés albinegro por dos jugadores que tampoco están teniendo fácil encontrar destino visto que Borja Jiménez no cuenta con ellos. De hecho, Josema suma ya tres jornadas seguidas sin viajar y Poveda, aunque sí viaja, no juega. Ante el Oviedo, con 1-0 en el marcador, el entrenador abulense prefirió usar a Sydney, un chaval de 16 años, antes que a Poveda para buscar la remontada. Más claro, agua.

Llegadas condicionadas

Ocurre que el Leganés, paradojas del fútbol, sí que necesita que salgan para poder ampliar mínimamente su margen de maniobra y acometer algunas de las operaciones puestas en marcha, aunque algunas de ellas también se han ralentizado. La más llamativa era la de Juan Cruz, extremo del Real Betis al que el propio equipo andaluz ha puesto cierta pausa. Además, el interés de otros clubes (el Elche, especialmente) no han permitido darle salida. Aunque el jugador muestra deseo de acabar en Leganés, su entorno y el mismo Betis verían mejor la vía ilicitana.

El resto de opciones anda en un limbo económico que hace que cualquier posibilidad de fichaje sea, por ahora, ínfima. Sólo la aparición sorprendente de algún ingreso imprevisto daría al club cierto margen de maniobra en los escasos dos días y medio que faltan, algo que tampoco sería novedad en una entidad históricamente acostumbrada a hacer del cierre del mercado, rutina de la urgencia. Aunque esta vez parezca más complicado que nunca obrar movimiento alguno.