El impás de Garri antes del soñado debut
El canterano, que ha estado con la selección sub’19 en Alfaz del Pi, podrá estar disponible para la visita del Elche al Real Valladolid.
Desde este pasado lunes hasta este jueves, la localidad alicantina de Alfaz del Pi ha acogido una concentración de la selección española sub’19, con la que el técnico José Lana ha realizado la primera toma de contacto con la temporada y con los que serán sus pupilos en siguientes citas. Entre ellos ha estado Iván Garriel, un habitual en las categorías inferiores de España desde que fuera citado hace dos años con la sub’17 por primera vez y frecuentemente titular con la generación de 2005, quien ha vivido, así, un impás respecto a su nuevo escenario: el primer equipo del Real Valladolid.
El lateral iscariense formó parte de una concentración para la que fueron llamados hasta 30 jugadores y de la que varios se cayeron por lesión, dejando el plantel en 28. Con él, ha compartido posición Julio Díaz, del Atlético de Madrid, aún en el juvenil colchonero, pues no hay que olvidar que la añada de 2005 es la última de este escalón formativo. Han estado también, entre otros, Simo Keddari, recientemente traspasado por el Espanyol al Al-Arabi, o Jeremy, atacante del Real Racinb Club que contabiliza ya algunos minutos en Segunda División en la presente campaña.
Una vez concluidos estos días, Garriel retornará a Valladolid y, salvo incidencia de última hora, estará disponible para Pezzolano el domingo, después de completar, previsiblemente, al menos la sesión del sábado y con todo el ánimo, ya que el hecho de no haber sido escogido entre los 22 futbolistas que han contado con minutos hasta ahora hacen que tenga toda la ilusión puesta en un debut que, cuando se produzca, será especial. Blanquivioleta de cuna, el canterano ha ido quemando etapas hasta hacerse con el lugar anunciado en un primer equipo con el que ha entrenado puntualmente desde enero de 2022.
Atrás quedaron las dudas que se presentaron en enero, cuando el Copenhague apretó por firmarlo, y durante el verano, cuando mantuvo su interés y cuando el Atlético de Madrid hizo lo propio. El club se cerró en banda respecto a una posible venta, considerándolo uno de sus grandes activos, y le otorgó un estatus que se debe refrendar, antes o después, con su participación. Y es que si bien la misma entidad valoró otros laterales, terminó creyendo que el sitio junto a Escudero, quien hará las veces de tutor, era para Garriel, llamado a aprender y a completar su proceso de maduración con el equipo de su corazón.