El Huesca mantiene su pleno en Los Cármenes

El Huesca sigue de dulce. Los oscenses se presentaron en Los Cármenes con un equipo bien armado y un pleno de victorias y, como el Albacete en la primera jornada, supo aprovechar el balón parado para llevarse los tres puntos del coliseo del Zaidín y generar dudas en un Granada que lo intentó, pero acabó perdido, sin ideas y, como pasaba el pasado curso, con la mirada al suelo. Nadie tiró del equipo cuando hizo falta y otros tres puntos vuelan de Los Cármenes.

El Granada salió con un equipo muy jugón. Abascal juntó a Gonzalo Villar y Trigueros para tener el balón y hacer daño a un Huesca que salió con defensa de cinco y un trivote. Tapado ante uno de los equipos teóricamente con más potencial ofensivo. Tenía Hidalgo las cosas claras, presión e intentar llegar rápido a Luca y así llegó la primera intentona oscense. Pero poco a poco el dominio fue para los rojiblancas. Con el balón, encontrando a Trigueros y Villar, Tsitaishvili tuvo la primera, Uzuni en el minuto seis la mejor. El albanés recibió un pase medido de Trigueros, pero se encontró con Dani Jiménez y, en el rechace, el esférico se perdió entre los pies de Boyé, que no acertó con el remate. Pero el Huesca lo tenía claro, que Soko ganase en velocidad y así el camerunés se fue en velocidad de Insua y centró para que Miguel Rubio la sacase bajo palos. Se salvaba el Granada que, en el contragolpe, Uzuni se pegó la carrera pero ante Dani Jiménez volvió a encontrarse con el meta. Entonces todo cambió. En una buena salida de Lucas Boyé fue derribado, pero el árbitro no pitó la falta. Esa desconcentración acabó en un córner que Ricard tocó y sin querer prolongó el balón para Joaquín que en boca de gol anotó el primero, eso sí, con polémica porque parece que el delantero le da el balón entre el brazo y el hombro. El tanto cayó como un jarro de agua fría a los nazaríes, que a partir de ahí desaparecieron. De hecho, fue el Huesca el que pudo hacer más daño con Soko haciendo mucho daño. Y, antes del final, fue Boyé el que pudo hacer el empate.

Tras la reanudación, Abascal movió el banquillo y entró Weissman por Gonzalo Villar colocando a Uzuni en banda. El conjunto rojiblanco salió con más intensidad, una marcha más y así generó dos córners en apenas cinco minutos y varias llegadas con peligro. Pero la falta de gol empieza a ser un mal endémico de la delantera granadina. Y, en el minuto 57, otra falta de concentración. Una falta en tres cuartos, Sielva buscó la portería directamente viendo a Luca un poco adelantado y buscó el gol, pero el balón se estrelló en el larguero y, ante la pasividad local, Pulido se tiró el plancha y marcó a puerta vacía. Sin embargo, en la siguiente jugada, el balón le llega a Hongla en la frontal y puso en la misma escuadra para recortar distancias y despertar a Los Cármenes. Lo intentó Trigueros desde la frontal, otra Ricard y sobre todo un Pablo Sáenz que acaba de salir y en su tiro lo tocó Dani Jiménez y se estrelló en la cruceta. El Granada se fue con todo, con Miguel Rubio de delantero y volcado totalmente, pero sin llegar a inquietar a un Dani Jiménez que no tuvo que hacer más paradas. Y, en la última jugada del partido, Mier no falló en el mano a mano y anotó el tercero para sentenciar el partido. El Huesca continúa de dulce y mantiene su pleno de victorias, el Granada da otro paso atrás. Lo granadinos tienen mucho que mejorar para poder soñar con el ascenso…

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