LEVANTE

El heredero de Iborra

Pablo Martínez regresó al césped 192 días después de su lesión de ligamento cruzado. Lo hizo luciendo el ‘10′ y portando el brazalete de capitán.

David González

Con el ‘10′ a la espalda y el brazalete de capitán, Pablo Martínez tomó el testigo de Vicente Iborra en su regreso a los terrenos de juego 192 días después de la operación del ligamento cruzado que vivió hace poco más de seis meses. “Todos queríamos que Ibo siguiese con nosotros, desgraciadamente no pudo estar. Cuando salió la noticia de que no podía seguir, le llamé y lo primero de todo le deseé lo mejor. Luego le comenté lo del número y me dijo que no había mejor recambio para tomar el ‘10′”, explicó Pablo para los medios del club.

Pablo Martínez lució el brazalete gracias al gesto de Sergio Postigo, capitán del equipo, que decidió ceder el privilegio al centrocampista madrileño en su vuelta al Ciutat de València. Aprovechando el momento del cambio, el veterano central aprovechó para llamar a Brugui y cederle discretamente la cinta de capitán. Fue un gesto simbólico, pues la nómina de capitanes la completan Rubén Vezo, Álex Muñoz y Joan Femenías.

Es un orgullo poder llevar el brazalete. Primero agradecérselo a Posti, que es un tío diez. No me lo esperaba, pero ha vuelto a demostrar que es una excelente persona tanto en el campo como fuera. Porque eso es un detalle de ser buena persona y buen capitán. Para mí es un orgullo representar este club y este escudo”, destacó el protagonista.

Desde que saltó a calentar, la grada se volcó con un jugador que tuvo que frenar unos meses su progresión por la dichosa lesión en el mejor momento de su carrera. Como dijo Calleja, cuando estaba en plenitud, “parecía que jugábamos con 12″. La ovación que le brindó la afición quedará guardada por siempre en su memoria.

Fueron tan solo unos minutos, lo suficiente para confirmar que la grave lesión ha quedado atrás en tiempo récord. En poco más de seis meses, el centrocampista madrileño ha superado una rotura de cruzado. Hasta para recuperarse es un privilegiado en lo físico.

En su quinta temporada en el club, dando pasos de gigante desde el Atlético Levante, tras pasar por Mirandés y Huesca en forma de cesión para foguear su fútbol, Pablo Martínez es ya un referente del vestuario a sus 25 años desde su explosión la temporada pasada.

Ahora, Calleja deberá regular las apariciones del jugador hasta que esté preparado para entrar definitivamente en los planes. El segundo tanto frente al Eldense, obra de Fabrício, dibujó el escenario ideal para su regreso: en casa, con el calor de la grada y los tres puntos bajo el brazo. Pablo Martínez, ahora el ‘10′ del Levante, está de regreso.

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