El Heliodoro se repuebla

En el primer año de Paulino Rivero y su Consejo de Administración se ha conseguido repoblar el Heliodoro, un estadio que llegó a estar semivacío. La afluencia del 2023 ha sido la cuarta mejor en lo que va de milenio con el matiz de que en esta ocasión, el Tenerife no se estaba jugando nada.

La actual supera, incluso, a la del 2022 en la que se llegó a la final del Playoff de ascenso con el Girona. Vale aclarar que no se tienen en cuenta los partidos de Copa del Rey (no siempre se disputaron en la Isla) y que los años 2020 y 2021 se vieron condicionados por la Pandemia de COVID-19.

Durante estos doce meses que están llegando a su fin, el Rodríguez López congregó a 311.407 espectadores. Ninguno de los 20 encuentros que se han disputado bajaron de los diez mil espectadores siendo el de menor afluencia los 11.112 que vieron el Tenerife-Leganés del 29 de abril.

Por el contrario, el duelo con más público fue el empate 0-0 contra el Levante, el pasado 21 de octubre con 19.151 fieles, seguido por lo 18.848 que presenciaron la derrota por la mínima ante el Real Zaragoza de la tercera jornada.

Las numerosas iniciativas que se tomaron en los primeros meses y el buen inicio del equipo -ayudado por la gran cantidad de abonados para esta temporada- han permitido que el recinto capitalino vuelva a tener el ambiente de otros tiempos. Y eso que el cuadro blanquiazul, en este caso, no ha estado brillante.

Es que las otras tres mejores entradas coincidieron en años de bonanza. En el Siglo XX!, manda la de 2009 coincidiendo con la campaña del ascenso con José Luis Oltra. El Heliodoro acogió en esos 12 meses a 378.434 personas en los 21 encuentros disputados, dejando un promedio de poco más de 18.000 personas por jornada.

A esta le sigue la del 2010, año en el que jugaron por última vez el Barcelona y el Real Madrid en la Isla. En total se acercaron al estadio 352.851 aficionados. Completa el Top3, el 2017, el del no ascenso en Getafe. Entonces hubo 322.264 hinchas en las gradas.

En el otro extremo, el peor año del milenio es el 2004 en el que solo hubo 130.909 aficionados en las 22 jornadas disputadas lo que da un promedio de 5.950 presentes por encuentro. La entrada más pobre desde el 2000 para acá se dio un año más tarde cuando hubo 2.068 personas en el Tenerife-Racing de Ferrol del 20 de diciembre de 2005, la noche en la que dimitió el entrenador y todo el Consejo. Afortunadamente, este 2023 se despide con un Rodríguez López repoblado.

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