El guerrero Uzuni conquista Los Cármenes

Myrto Uzuni se ganó a Los Cármenes hace mucho tiempo. El albanés demostró desde el primer día compromiso, garra y muchas ganas. Sin embargo, las cosas no terminaban de salirle. A pesar de gozar de oportunidades claras, el balón no terminaba de entrar. Un sólo gol, en la goleada frente al Mallorca, en los 15 partidos que jugó parece un bagaje corto para un jugador que tenía que venir a marcar la diferencia. Le faltaba puntería, sobre todo por las oportunidades tan claras que tenía, pero nadie le podía reprochar su entrega y ganas. De hecho, tanto Moreno como Torrecilla y Karanka contaron con él.

Este verano se especuló con su salida, no obstante el internacional albanés venía de Ferencvaros, de jugar en Europa y ahora le tocaba Segunda División. Pero el extremo nunca puso problemas y se implicó desde el primer día para devolver al Granada lo antes posible a Primera. Y, de momento, las cosas le están yendo muy bien. El extremo se ha ganado la banda izquierda desde donde rompe con su profundidad y velocidad, aporta muchísimo trabajo defensivo y se empieza a entender bien con Callejón y Puertas. Todo ello le ha servido para ser ahora mismo el pichichi de la competición con cuatro goles en tres partidos y marcar su primer hat-trick con la horizontal rojiblanca. Para Karanka es intocable y lo ha jugado todo. Para la grada se ha convertido en un guerrero que, aunque a veces no esté acertado de cara a puerta, siempre se deja el alma en cada balón.

Y eso que no ha tenido una vida fácil. Todo lo contrario. Su infancia le llevó de su país a Grecia para regresar. La vida le llevó a ser un inmigrante ilegal en Grecia, donde llegó tras pagar una fortuna. Sus padres trabajaron duro en tierras helenas para sacar a su familia adelante, sin embargo, Uzuni, al ser ilegal, no podía jugar al fútbol en Grecia. Regresó a su país de origen para poder jugar al fútbol con 16 años. El esfuerzo de su familia, que dejó su nueva vida por el sueño de su hijo, tuvo recompensa y hoy Uzuni vive del fútbol, su pasión.

Cristiano, su referente.

“Cristiano es mi referente, conozco su historia, leía todo de él. Fue mi motivación”, explica. El albanés ha leído todo sobre el portugués, que es su espejo. Un autodicta del fútbol que siempre admiró a Cristiano Ronaldo y que ahora quiere triunfar en la liga donde su ídolo se hizo una leyenda. El Granada pagó cerca de tres millones por él, una apuesta que el jugador está respondiendo con implicación y, ahora sí, goles.