ESPANYOL

El Espanyol se instala en la mediocridad

Ramis suma cuatro de los últimos 15 puntos, el mismo bagaje que le costó el puesto a Luis García.

TINI FOTOGRAFIADiarioAS

La RAE define mediocre como “de calidad media” en su primera acepción y como “de poco mérito, tirando a malo” en la segunda. Y entre esas dos transita un Espanyol que, sin ser un desastre, está lejos de lo que se le supone por historia, categoría y presupuesto. El empate ante el Racing de Ferrol, seguramente tras la mejor primera parte de la era Ramis fuera de casa, supone la quinta jornada consecutiva sin ganar y la constatación de que el ascenso directo es un objetivo que se complica a día que pasa. Sin ganar es imposible llegar a las dos primeras posiciones pero sin perder no cae tampoco de la pelea. En esa “calidad media” es donde está instalado este Espanyol, que está inmerso en la peor racha de resultados de la presente temporada. Nunca había acumulado cinco jornadas consecutivas sin ganar. De hecho, los cuatro puntos que suma Ramis (una derrota y cuatro empates) son los mismos con los que fue destituido Luis Garcia (una victoria, tres derrotas y un empate).

Solo en este contexto se entienden las declaraciones post-partido de Edu Expósito y Omar. Todo el mundo comprende que hay que ser optimistas, pero decir que se sumó “un punto importante” o que “hay que hacer bueno el punto la semana que viene” son quizás excesivas. El Espanyol debe aspirar a ganar a cualquier rival en cualquier escenario y dar por bueno un empate ante el Racing de Ferrol, sin desmerecer ni mucho menos al rival, no concuerda con los objetivos que se ha marcado el club. Expósito recalcó que “estamos jodidos porque queríamos la victoria” pero destacó el trabajo del equipo: “Hicimos una primera parte muy buena, pero ellos también juegan. Lo intentamos pero no pudo ser. El equipo sigue con buenas sensaciones”. Omar, de hecho, fue más allá asegurando que “hicimos un gran partido ante un gran rival”.

Unas declaraciones que van en la línea del técnico, Ramis, quien aseguró que “no vamos a ganar a nadie 0-3″. Toda una declaración de intenciones de un técnico que nunca ha engañado a nadie. Desde el primer día apostó por mejorar la solidez defensiva, algo que se ha logrado, y tratar de ganar los partidos desde un pragmatismo y resultadismo quizás excesivo. Él mismo lo explicó así: “Este era el partido que ganas 0-1 fuera de casa”. Ese es el plan del equipo que, por el momento, no está saliendo.

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