“El Espanyol es el reto de mi vida: el ascenso y dejar un legado”

“Desde que me comencé a preparar, mi gran objetivo era ser entrenador del Espanyol”, admite Luis García (Oviedo, 6-02-1981), satisfecho con una plantilla que ve más compensada que la anterior, elogioso con Fran Garagarza, crítico con las formas en la salida de Joselu y, sobre todo, deseoso de que el objetivo del ascenso sea sólo la primera piedra en un club perico donde dejar un “legado”. Y con una apuesta pendiente con su hijo pequeño cuando el equipo regrese a Primera…

¿Imaginaba un comienzo como estos 13 puntos sobre 15?

No soy de imaginar a largo plazo, prefiero trabajar bien la semana. La pretemporada fue muy difícil, atípica, con problemas, de la que el equipo ha salido fortalecido. Se ha unido muchísimo, está creyendo muchísimo en lo que hacemos.

Entre esos problemas, hubo futbolistas que querían irse y al final se han quedado. ¿Ha sido esa una de las gestiones más complejas?

No ha sido fácil gestionar ni a los jugadores que se han tenido que quedar, ni a algunos que finalmente se han ido, con situaciones difíciles de llevar. Pero el colectivo lo ha entendido y el club va en el mismo camino.

¿La palabra hambre es lo que mejor define a este colectivo?

Es que yo creo que sin hambre es imposible conseguir objetivos. Es la clave de todo: tener hambre, ambición, y a la vez valorar el día a día. Estamos en un momento bueno, debemos hacer muchas cosas bien para mantenerlo en el tiempo.

¿Las salidas de Darder y Montes fueron más traumáticas de lo que se podía esperar?

Cuando sale el capitán, una persona que ha sido ídolo del club y un excelente jugador, es un golpe. Pero ha pasado en la historia del club con otros jugadores y siempre se han suplido, de otra manera porque nadie es igual. Hay futbolistas en disposición de hacerlo y lo están haciendo.

¿Con Montes ya no contaba?

Sí que contaba, porque el club tenía una idea firme de que estuviera con nosotros, de que nos aportara. Era patrimonio del Espanyol y teníamos muy claro que si no venía una oferta de verdad por él iba a estar participando. Otra cosa es que él a nivel mental no estuviera, pero sí a nivel contractual y se iba a tener que meter para no generarse un perjuicio.

¿El caso de Joselu ha sido una decepción?

No lo sé. Fue una gestión que tuvo que hacerse sin director deportivo. Surgió esa posibilidad, el club decidió lo que creía que era más conveniente. Cada uno elige su futuro, su forma de salir de los sitios. Yo soy de la opinión de que uno debe tratar de salir de los sitios siempre por la puerta grande, intentando ser señor, dando las gracias a los equipos donde estás. Cada uno es esclavo de cómo quiere salir.

Usted dejó la cantera del Real Madrid. ¿Al Espanyol no se le podía decir que no?

Totalmente. Desde el día 1 que dejé de ser futbolista profesional y me empecé a preparar para entrenar, mi gran objetivo era llegar a ser entrenador del Espanyol. Ha sido un camino de cuatro temporadas de preparación, de mucha evolución, estudio, trabajo, horas… Cuando llega la oportunidad no puedes decir que no, estén las cosas bien, mal o regular. Me daba igual que me la tuviera que venir a jugar, tenía muy claro lo que quería. Tengo muy clara mi idea y voy a seguir hasta el final.

¿Cómo se rescata a una plantilla hundida anímicamente, tal como se la encontró?

Fue una de las cosas importantes que intentamos implementar el año pasado, que los jugadores vieran que eran bastante mejores de lo que ellos pensaban. Es fundamental, porque son futbolistas de máximo nivel. Creo que vimos una evolución clara en esos 11 partidos y, aunque al final no conseguimos el objetivo de salvarnos, estoy convencido que de haber conseguido aquella victoria en Valencia, el Espanyol estaría ahora en Primera División.

¿Se pasan muchas noches en vela tras un descenso tan traumático?

Lo pasas mal, sobre todo cuando sientes el club de manera tan profunda, cuando te lo dejas absolutamente todo para tratar de conseguir el objetivo y no lo logras. Pasas días sin dormir, piensas que igual en lugar de unas decisiones deberías haber tomado otras. Pero eso es el proceso de mejora, la autoexigencia, vivir situaciones de las que aprender para volver a levantarte con la idea muy clara de volver este año a Primera.

A pesar de haber ingresado diez veces más de lo que gastó en el mercado, ¿la plantilla del Espanyol está más compensada?

Seguro que está más compensada. No cabe duda. Tenemos dobladas todas las posiciones, quizá la única que no lo esté sea la de central, pero Gragera en un momento dado puede ocuparla. Tenemos la idea muy clara del cómo y dónde queremos llegar. Y, como dijimos Fran (Garagarza) y yo, no podemos incorporar jugadores por incorporar, tenemos que traer jugadores que sirvan, que aporten, que tengan ganas y se ilusionen por estar en el Espanyol para hacer más grande al club.

Esa política de apurar hasta el final del mercado, incluso más allá, ¿le ha generado alguna úlcera?

No, yo estaba muy tranquilo porque sabía que se estaba trabajando muy bien en todas las áreas. El club se ha organizado tal como pedía en aquella rueda de prensa de final de temporada, con gente con capacidad, ilusión, ganas de crecer. Es crucial tratar de buscar un modelo con el que el club crezca cada día.

Más allá del episodio de Albacete, ¿qué le ha sorprendido más del director deportivo, Fran Garagarza? ¿Son ustedes complementarios?

Es un gran trabajador, echa una barbaridad de horas, intenta estar muy informado, cerca de todo y de todos. En ese sentido somos muy complementarios, siempre tratamos de ayudar y queremos lo mejor para el Espanyol. Él porque ha llegado ahora y yo porque llevo años aquí y lo siento de esa manera. Creo que siendo los dos del norte también hemos compaginado muy bien, independientemente del episodio de Albacete.

¿La próxima alegría debería ser la renovación de Nico Melamed?

Lo dijo Fran: es una de las prioridades, se va a intentar todo lo que pueda el club, porque sería bueno dar continuidad a Nico, tener la continuidad de Pol (Lozano) o Jofre en el primer equipo. Tenemos a muchos chicos del fútbol base y gente de fuera para aportar. Ese debe ser el modelo, tener gente preparada en La 21 (la cantera) para dar el salto al primer equipo y poder incorporar a gente de fuera que nos aporte el plus que no encontremos aquí.

A Jofre se le ha dado con honores ficha del primer equipo. ¿Ve a más canteranos lográndolo a corto plazo?

Esperemos que sí. Cuando un canterano juega con el primer equipo es porque se lo merece, porque ha hecho muchas cosas bien, porque creemos que es una opción de futuro. De nada sirve hacer debutar a jugadores porque sí, tenemos que creer mucho en el proceso, en nuestra forma de entrenar, nuestra idea, que ellos se sientan identificados con el club.

¿Fue el partido del Levante el mejor del Espanyol de Luis García?

Sí, quizá fue el partido más completo de esta temporada. Si añadimos el curso pasado, en Sevilla desde el minuto 20 y hasta el 70 hicimos un partido extraordinario, el día del Atlético el primer tiempo fue sensacional y el segundo, todavía más. Este año se ha ido viendo el crecimiento, la comprensión de la idea, porque todo lleva un proceso. Nosotros creemos muchísimo en la forma de entrenar, los chicos creen una barbaridad. Somos unos grandes privilegiados de tener este grupo.

En ese grupo, el último en aterrizar es Aguado.

Vamos a ver cómo viene porque viene de muchos meses sin competir y sin estar en una dinámica de grupo. Es cierto que tú puedes entrenar de manera individual, pero cuando entras en un grupo y en una idea necesitas un proceso de adaptación. Está claro que es un muy buen futbolista que nos viene a aportar nivel y competitividad ante buenos jugadores: Gragera, Edu (Expósito), Pol, Keidi (Bare), incluso Gori… Hay nivel y mucha competencia. Que haya llegado ahora después de mercado es porque se trata de una situación beneficiosa para todos.

Alguien ya importante es Braithwaite. ¿No faltó una disculpa pública por su gesto de rebeldía en Marbella?

Sí, puede ser. Él no ha hecho entrevistas ni ruedas de prensa, aunque es cierto que puedes dar el paso y aparecer. De todos modos, a nosotros sí nos lo dijo, nos reconoció que se había equivocado, el grupo lo entendió porque somos personas. Fue un error importante pero está totalmente involucrado. Se vio el día del Amorebieta, cuando entró en el minuto 55, presionó y fue a por todas, y además la gente lo recibió bien.

Para alguien que siente tanto al Espanyol, ¿es una presión añadida saber que debe subir a la primera?

Es un estímulo y un reto muy grande. Pero el objetivo ya no sólo es volver al lugar que nunca debimos abandonar, sino intentar crear algo a medio plazo, tener una continuidad en el proyecto. Es una obviedad que el objetivo principal es el ascenso, por muy difícil que vaya a ser. Pero no nos quedamos con eso, sino en dar continuidad y crecer con la idea y con el proyecto.

¿Es el reto de su vida?

No cabe duda. Seguro que sí. El reto es el ascenso y dejar un legado dentro del club en cuanto a idea, en cuanto a sentimiento, en que la gente se ilusione con el juego y que los chicos sientan y tengan muchas ganas de vestir la camiseta del Espanyol.

¿Qué le dice su mentor, Bartolomé ‘Tintín’ Márquez?

Sobre todo que sea yo, que esté tranquilo y que trabaje como lo hago, que desarrolle el fútbol que a mí me gusta. Muchas veces la gente cambia cuando llega arriba, o es temerosa, yo personalmente siempre he sido valiente, principalmente porque siento mi idea, no puedo impostarla. Estoy contento con la evolución del equipo, aunque tiene mucho margen de mejora.

¿El Luis García que se entrenaba en la Ciudad Deportiva se imaginaba lo que conllevaría ser entrenador?

No. No eres consciente hasta el día consciente de que dejas de jugar. En ese momento te das cuenta de que ser entrenador es dificilísimo porque tienes que gestionar a 24 ó 25 personas más diez o 12 de tu staff, prensa, entorno… Por algo la gente se queda calva y le salen canas, pero lo asumo como tal porque disfruto muchísimo de mi profesión por mucho que esté tremendamente expuesto.

Como le preguntó Pol Lozano a Jofre Carreras, ¿tiene alguna promesa en caso de ascenso?

Mi hijo pequeño un día me lo preguntó y le dije en plan de broma que me iba a teñir el pelo de blanco. Ahora me lo repite cada vez que ganamos. Yo le digo que seguramente lo tenga blanco cuando terminemos la temporada y no haga falta teñirlo.