Puado regresa ante el Mirandés y a un campo con historia

El Espanyol nunca ha ganado en Anduva. Únicamente hay tres precedentes en la historia blanquiazul, todos ellos a partir de los años 90, partidos con historia especialmente los dos últimos, del trauma de la eliminación copera al impulso del tanto de Nico Melamed el año del último ascenso. Ya comentó Luis García en la previa las particularidades de un estadio que desprende el aroma más auténtico del fútbol: “La atmósfera con la grada es buena, la gente empuja. Es un partido de los de verdad”.

El primer precedente data de 1991. De septiembre, en la tercera ronda de Copa disputada a doble vuelta. Un gol de Xavi Escaich sirvió para empatar (1-1) en un Anduva diferente al actual, que los presentes recuerdan con una estética diferente, con la tribuna de prensa, por ejemplo, detrás de una portería, algo que en aquel momento era diferente. Tuvieron que pasar 20 años para Mirandés y Espanyol se enfrentaran.

Y fue en la Copa del Rey también de 2011-12, cuando aquel Mirandés de Pablo Infante se presentó en los cuartos de final después de eliminar con la magia de Anduva a Racing de Santander y Villarreal. Y lograron repetir hazaña ante el Espanyol. En la locura del RCDE Stadium, los castellanos se pusieron 0-2 pero finalmente se impuso la calidad del Espanyol. Ventaja mínima (3-2) con tantos de Vladi Weiss, Rui Fonte y Joan Verdú en apenas seis minutos (del 84′ al 90′). En Anduva, los blanquiazules también se pusieron por delante en el 46′ con un tanto de Mujika en propia meta. Pero todo cambió rápido.

En la segunda mitad, cambió el decorado. El Espanyol se echó atrás o el Mirandés lo acorraló. Y llegó otra sorpresa copera. Pablo Infante igualó en el 56′ y, al final del tiempo reglamentario, un servicio de falta del centrocampista lo remató César Caneda de cabeza. Locura en Anduva, tristeza y trauma en un Espanyol que había perdido una oportunidad de entrar de nuevo en las semifinales de Copa.

En la campaña de Segunda, la 20-21 con Vicente Moreno en el banquillo, el equipo perico también fue víctima del poder de Anduva. En un mal partido que confirmaba la mala racha de resultados de los pericos, RdT igualó el tanto de Meseguer, pero Simon anotó en el 89′. Todo estaba perdido cuando Nico Melamed, de cabeza en el minuto 96, empató. Un tanto que solo celebró efusivamente el protagonista, pero que a la postre salvó los muebles.

El Espanyol encadenaba tres empates y después de ese encuentro ganó cinco partidos seguidos. El relato perico siempre situó ese tanto de Melamed como el impulso que cambió el chip del equipo, que después de aquel 2-2 derrotó a Logroñés, Castellón, Fuenlabrada, Albacete y Leganés. Tres de ellos bajaron de categoría.