El Espanyol, ‘apaleado’ en Utrecht

Si Utrecht era un termómetro, el Espanyol empezará la temporada ante el Albacete con fiebre. Una derrota ante un equipo de la clase media de la no excesivamente competitiva liga neerlandesa (3-0) que evidenció la fragilidad defensiva vista el curso anterior y la falta de jugadores desequilibrantes en ataque, solo capaces los blanquiazules de lanzar tres veces entre los tres palos en 90 minutos. Un partido que dejó la titularidad del fugitivo Braithwaite, que pasó de puntillas y sin acierto, y la suplencia del capitán Sergi Darder, cuya marcha es cada vez más sólida, unida a la que se avecina de Simo Keddari y la incertidumbre del mercado. El Utrecht apaleó a los pericos en todos los sentidos, con goles y con su juego agresivo, medicina habitual esta última en la aguerrida Segunda División.

Más allá de la suplencia de Darder y la titularidad de Braithwaite, la sorpresa de la alineación fue la presencia de Leandro Cabrera como lateral izquierdo. El curso pasado no destacó por sus actuaciones en esa zona, carente de la velocidad necesaria para defender a campo abierto a los extremos. Y, como si hubieran visionado esos partidos, el Utrecht no tardó ni dos minutos en sacar provecho de esa debilidad. Una internada de Booth para masticar la jugada y un centro envenenado de Ter Avest que remató el griego Douvikas, el ‘killer’ que anotó 20 tantos en la pasada liga y le ganó el duelo a un blando Calero. 1-0 cuando los de Luis García aún se estaban desperazando...

Con el marcador en contra, el Espanyol intentó serenarse atacando por la izquierda, con Brian de extremo, quien conectó a los seis minutos con la cabeza del delantero danés como lo hacía con Joselu Mato, pero el remate se marchó fuera. Activo Braithwaite en los primeros diez minutos, después se disipó como la gaseosa hasta que se reactivó en la segunda parte, incluso una pérdida suya pudo costar el 2-0, pero llegó Sergi Gómez para cortar a tiempo el tiro de Seuntjens. Justo después, el fornido atacante, duro como el cuarzo, le hizo una entrada dura a Pol Lozano que, con VAR, pudo ser hasta roja, pero el Espanyol, que entró en la trifulca, se llevó dos amarillas (Keidi Bare y Gil) por una para el Utrecht. El partido era de pierna dura, de entradas a destiempo, de muchas amarillas (casi todas para el equipo perico) y de un 2-0 con polémica arbitral.

Otra internada por la izquierda, la autopista al infierno del Espanyol en Utrecht, la centró Booth para que Calero la desviara con la mano al intentar cortar el pase desde el suelo. El balón le rebotó primero en el costado, por lo que con las reglas del arbitraje y con el VAR no sería penalti. No lo vio así el colegiado y Douvikas no perdonó. 2-0. Minuto 33. Antes, hasta el minuto 24 no lanzó el equipo perico a puerta por medio de un tímido Melamed, mientras que solo la presión en campo contrario en inicio de la jugada rival fue lz gasolina para un Espanyol al que le costó jugar con claridad y encontrar oportunidades de gol.

La segunda mitad no trajo un cambio de decorado. Los blanquiazules intentaron dar un paso adelante, con Expósito en lugar de Bare, pero el Utrecht fue dinámico, se escapó de la presión blanquiazul y tuvo energía para hacer el 3-0, obra del marroquí Labyard, de cabeza, solo, en el segundo palo. A falta de 20 minutos aún, Braithwaite se animó con un tiro al larguero en otra recuperación en campo rival del Espanyol. Debutó Gragera, ausente hasta ahora por lesión, y Óscar Gil y Rubén Sánchez se asociaron por la derecha cuando los neerlandeses ya estaban agotados, mientras que Jofre se pegó una carrera de 50 metros y estuvo a punto de hacer el gol del honor.

El árbitro pitó el final a falta de 30 segundos para el minuto 45 cuando el encuentro era un correcalles. No hubo más señales de un Espanyol con dificultades para generar juego, pero especialmente para defenderse y sin espíritu para reinvindicarse. Viejos vicios que lo llevaron al pozo y que ahora se mantienen a las puertas del comienzo de Liga y con un ambiente enrarecido por el mercado.