El Eibar y Luca Zidane, equilibrio mutuo para la portería

Sentirse importante, estar a gusto y ser feliz en un lugar no es tarea sencilla. Cuesta trabajo, sacrificio y suerte, y, aún así, rara vez suelen conseguirlo la mayoría de los futbolistas. No es el caso de Luca Zidane. El guardameta francés ha encontrado la estabilidad en el Eibar gracias a sus buenas actuaciones y el trabajo diario. Llegó de forma extraña, cuando ya había dos porteros en el equipo, pero se hizo rápido con el dominio en su puesto. Sus buenos números bajo palos han dado pie a que el galo sea un fijo en los esquemas de Gaizka Garitano. Tras renovar hace días con la entidad azulgrana, Luca Zidane ha encontrado buen cobijo en Ipurua, donde es ya uno de los actores principales de la función.

“Es un orgullo poder vincularme tres años más con el club, estoy muy contento de estar aquí y soy muy feliz”, comentó Luca Zidane minutos más tarde de sellar su firma en un nuevo contrato con el Eibar para su renovación. El guardameta francés extendió el pasado 22 de marzo su compromiso con la entidad azulgrana hasta 2026, dos años más de lo estipulado cuando llegó a Ipurua el pasado mes de septiembre. Pero las cosas han cambiado desde su aterrizaje. Llegó como décimo refuerzo en un contexto complicado de entender para la afición azulgrana. El Eibar ya tenía la portería bien cubierta con Yoel y Ander Cantero, dos porteros que en la temporada anterior se habían disputado la titularidad con un indeciso Garitano que no encontraba un favorito. Los fichajes que el Eibar necesitaba pasaban por ser de un carácter más ofensivo.

La salida de Expósito y de delanteros como Fran Sol o Fernando Llorente dejaba al equipo armero con huecos de cara al gol y la contratación de un portero, teniendo ya a dos en plantilla, fue la chispa que prendió la mecha de la polémica en la parroquia armera. En su presentación, Cesar Palacios alegó el fichaje del francés como “una oportunidad que el club no podía dejar pasar”. Zidane llegaba libre al Eibar y, con el paso del tiempo, su fichaje quedaría más que justificado. Su debut como armero se dio en octubre; no fue hasta la jornada 12 cuando jugó sus primeros 90 minutos con la elástica armera. Desde aquel duelo ante el Albacete, el guardameta galo no ha dejado de ocupar la portería del Eibar hasta la actualidad, salvo en los partidos de copa, y sus meritorias actuaciones han provocado que la entidad armera haya buscado su renovación.

Luca Zidane es sinónimo de estabilidad y tranquilidad para el Eibar. Un portero de carácter valiente y seguro. Culpable de que el Eibar sea el tercer equipo con más redes vacías por partido, acumula 13 duelos de los 22 que ha jugado sin haber recibido un gol, siendo el principal recurso del baluarte defensivo del Eibar. La capacidad defensiva del conjunto azulgrana goza de un estado formidable, al ser uno de los equipos que menos goles concede por partido (0.8). Zidane, junto con el resto de la zaga armera, han llevado la solidez del Eibar a otro nivel. El francés ha recibido 14 goles y, con sus 1,83 metros de altura, el galo destaca tanto en alturas como por los bajos, realizando intervenciones que, como en el duelo ante el Tenerife, salvan partidos. De hecho, sus acciones han llevado a la afición a elegirlo como MVP en varios encuentros, a ser el autor de la mejor parada del mes de marzo y a estar incluido, habitualmente, en el once ideal de la jornada. Éxitos logrados también gracias a su brillante juego de pies, celebrado por la afición en numerosas ocasiones en Ipurua, que lo convierte en un guardameta de perfil muy completo. Habilidad, talento y seguridad que el Eibar quiere preservar hasta, al menos, 2026.

Ipurua, destino donde cambiar el rumbo

Hijo de Zinedine Zidane, Luca es el menor de los cuatro hijos de la estrella blanca. Su padre es un asiduo al palco del feudo guipuzcoano, el exfutbolista ha visitado en numerosas ocasiones el templo azulgrana, incluso Atxabalpe, para comprobar in situ la buena temporada de su discípulo. Canterano del Real Madrid, donde dio sus primeros pasos como futbolista, Luca Zidane debutó con el primer equipo blanco de la mano de su padre en 2018, en un partido de liga ante el Villarreal, después de causar sensación en el equipo juvenil del Real Madrid. Sin embargo, la suerte no ha acompañado al marsellés en su trayectoria. El no tener hueco llevó a Zidane, en la temporada 2019/20, a Cantabria. Luca jugó una temporada como cedido en el Racing, donde jugó 33 encuentros y encajó 42 goles. A su regreso, Zidane y el Real Madrid decidieron separar sus caminos y el guardameta se mudo al vecino Rayo Vallecano, donde militó dos temporadas. A pesar de lograr el ascenso en la campaña 2020/21 con la agrupación vallecana, Luca no encontró el protagonismo esperado, siendo el segundo portero por detrás de Dimitrievski.

Fue entonces cuando surgió la oportunidad de llegar a Eibar. La decisión no fue tediosa para el francés y desde el primer momento, se sintió cómodo con el equipo. “Cuando llegué aquí me ayudaron de la mejor forma posible para sentirme agusto. Es un club familiar, donde la gente siempre que puede te ayuda con una sonrisa”, reconoció Zidane sobre sus inicios como armero en su reciente renovación. Para el guardián de la portería del Eibar, fichar por el conjunto guipuzcoano ha supuesto un cambio de rumbo en su carrera, encontrando, por fin, una estabilidad ganada con mérito.

Luca Zidane es ya insignia del buque armero en esta temporada. El Eibar y Garitano confían en él y el jugador marsellés es feliz en la entidad armera. Desde los empleados del club hasta la afición, el galo reconoce lo contento que está con el club eibarrés: “Soy feliz en el Eibar. Jugar en Ipurua es increíble y el hecho de tener a la gente detrás apoyándonos en cada partido hace sentirte muy agusto con el club”. Sellar su renovación es el reflejo de su buen trabajo y el compromiso que gasta cada vez que se enfunda la camiseta del Eibar, pero también del interés de los azulgranas por él. La recta final de temporada asoma en el calendario y el equipo necesita que la mejor versión del portero siga brillando como hasta ahora. La importancia de Luca Zidane en el estado deportivo del Eibar es mayúscula y vital.