El Eibar vuelve a dormir en ascenso directo

Con un poco, se llevó mucho. Con un gol de José Corpas en la primera mitad, el Eibar ganó en Tenerife y vuelve a dormir en ascenso directo. Los blanquiazules merecieron algo más, pero no acertaron y se quedan en tierra de nadie.

Waldo Rubio volvió al once local, mientras que Corredera se posicionó en el puesto de José Ángel junto a Aitor Sanz. En el calentamiento, Kike Salas notó molestias y tuvo que entrar José León. Garitano, apostó por Javi Muñoz por el sancionado Matheus, mientras que en su mermada defensa, Sergio y Arbilla ocuparon los laterales.

Ambos equipos salieron a mandar, por lo que se vio un duelo de ida y vuelta. Romero, por ejemplo, no pudo disparar con comodidad y el balón llegó manso a las manos de Zidane (2′). El ritmo, poco a poco, fue remitiendo, aunque el balón seguía sin tener dueño fijo.

Sobre los 20 minutos y tras la salida de un córner, un gran disparo de Nacho Martínez buscaba portería, pero se encontró en el camino con una cabeza visitante que mandó el balón al córner evitando mayores sustos. Eso hizo despertar al público y a los blanquiazules, aunque les costaba pisar área con peligro.

Pasada la media hora de juego, se bajó un poco el pistón. Y casi de la nada, Corpas vio dudas en la defensa insular y se inventó un gran disparo desde la frontal que se metió por el segundo palo de Soriano que nada pudo hacer, pese a su estirada. Intentó Waldo sorprender a Zidane desde fuera, pero el meta, con alguna dificultad, repelió (42′), aunque nadie supo aprovecharse del rebote.

Tras el descanso, otra vez el ex Valladolid obligó al portero del Eibar a sacar un tiro que se fue envenenando peligrosamente. Fue un espejismo, porque los siguientes minutos fueron un quiero y no puedo de los blanquiazules. León la tuvo de cabeza, pero le salió muy centrado y respondió Luca a puro reflejo (56′).

Parecía el mejor momento del Tenerife, pero no terminaba de concretar y cuando conseguía marcar, el colegiado invalidaba la acción por mano de Corredera después de una buena acción de Borja Garcés (64′). Por eso, Garitano empezó a mover su banquillo para frenar a su rival.

El tramo final fue a puro nervio. Los cambios de Ramis le dieron al equipo más llegada, pero el balón seguía sin encontrar la red, mientras a la contra los eibarreses podían liquidar.