El Eibar vence y deja en el aire el futuro de Víctor Sánchez

El FC Cartagena vio como otros tres puntos se escapan de su estadio en la cuarta derrota consecutiva como local ante una SD Eibar que supo aprovechar cada momento del partido y sufrir cuando le tocó, porque por momentos se vio atrincherado. Este nuevo tropiezo podría tener consecuencias en el banquillo albinegro, pues había dudas sobre Víctor Sánchez y con este resultado la presión será todavía mayor para los gestores de la entidad, aunque han demostrado en ocasiones tener paciencia con los entrenadores y no dejarse llevar por el entorno.

Un once con muchas novedades presentó Víctor Sánchez, una revolución que empezó en la portería. Alabó a Marc Martínez durante las últimas semanas, pero le dio la oportunidad a Raúl Lizoain. Lo mismo pasó con los chicos del filial, Álamo y Ayllón, que se quedaron en el banquillo al igual que Solá. Pero la ausencia que más sorprendió fue la de Ortuño, que durante la semana criticó el mensaje de que se perdía por pequeños detalles. El entrenador dijo estar de acuerdo con el ariete, que fue suplente por primera vez en la temporada. Kiko Olivas, Tomás Alarcón, Juan Carlos Real y Juanjo Narváez formaron en el once.

Con los primeros minutos de tanteo, con reparto de la posesión, el primer disparo a puerta llegó pasado el minuto diez. Fue para los locales, con un chut de Narváez que repelió Zidane. Fue la única intervención del cancerbero visitante hasta el descanso. La opción más clara de gol para los albinegros la tuvo, antes del intento de Narváez, Juan Carlos Real. Por suerte para él, la acción estaba invalidada por fuera de juego. Erró en una buena posición para marcar.

La SD Eibar tenía claro el plan, tocar y tocar. Esperar hasta que apareciese la oportunidad. Le costaba mirar hacia la portería de Lizoain, pero cuando lo hizo fue para batirlo. Stoichkov para Cristian, que se encontró un pasillo en su carril, y el lateral la pone atrás para la llegada de Aketxe, que con un disparo cruzado adelantó a los suyos. De ahí al final fue mejor el cuadro armero, que con varios acercamientos rondó el segundo. La mejor opción fue un tres para dos mal liderado por Soriano. El mediapunta cedió a Quique, pero venía en carrera por la izquierda Stoichkov. El disparo del atacante no encontró portería.

Por los de Víctor Sánchez, nada en ataque. Faltaba mordiente. Una prueba de ello es que los centros desde la derecha de Jansson se paseaban por el área sin encontrar rematador.

Los pequeños detalles

De lo que se quejaba Ortuño, de ponerlos como excusa, marcaron el desenlace final del encuentro. Arrancó el segundo tiempo de la forma menos esperada, con el tanto del empate del FC Cartagena. Salida rápida de Jairo, balón filtrado para Hevel y éste para Juan Carlos Real, que se deshizo de un defensa y batió a Luca Zidane.

Empezó en ese momento otro choque, en el que el equipo de Víctor Sánchez parecía otro, al igual que el de Joseba Etxeberria. Luca Zidane salvó a los suyos con dos grandes intervenciones ante Juan Carlos, en una contra desde el propio área, y ante Alarcón, del que desbarató un testarazo. En la acción posterior el Quintero Rodríguez pitó penalti por falta sobre Narváez, pero el VAR le corrigió. Cuando el FC Cartagena estaba arrinconando a su oponente, un fallo garrafal de Jairo, ese detalle que cambió todo. Entrada peligrosa del lateral y colegiado no dudó en enseñarle la roja. Tampoco Jairo en irse a vestuarios.

Con uno menos los locales intentaron aguantar lo máximo posible, pero pronto se decantó la balanza para el otro lado. Stoichkov, aprovechando un balón interior de Matheus y la pasividad de la zaga, batió a Lizoain. Con 1-2 el equipo de la ciudad portuaria puso empeño, pero sin orden. Los cambios buscaban refrescar la parcela ofensiva, pero no había criterio. Corazón, sin cabeza. La oportunidad más clara vino de rebote, con un mal despeje de la defensa local que pegó en Solá pero fue a las manos de Zidane.

Por su parte, la SD Eibar quería buscar el contragolpe para sentenciar. Qasmi tuvo el 1-3 en una acción en la que pecó de egoísmo, pues en una mejor posición estaba Corpas para batir a Lizoain. Marcaría poco después el delantero, pero estaba en fuera de juego por milímetros.