MÁLAGA

El Eibar, un espejo para el Málaga

Los armeros lograron la permanencia en Segunda en la temporada 1998-99 estando en una situación bastante peor que la del Málaga actual. Levantaron 11 puntos en las últimas cinco jornadas.

MARIANO POZODiarioAS

El Málaga no está dispuesto a bajar la guardia ni a darse por vencido. Las dos victorias logradas en las últimas tres jornadas no le han permitido reducir en exceso la desventaja y continúa a ocho puntos de la salvación con siete partidos por delante. Las cuentas en La Rosaleda pasan por ganar seis de esos siete partidos, una empresa a priori descabellada pero que el equipo blanquiazul no da por imposible.

Y puestos a encontrar argumentos que refuercen la teoría de que el milagro de la permanencia es posible, un espejo inmejorable es el Eibar. Pero no el actual que encabeza la clasificación de Segunda, sino el de la temporada 1998-99. Ese curso fue precisamente en el que el Málaga logró ascender a Primera como campeón de la categoría de plata. Por entonces, el equipo armero militaba también en Segunda con el objetivo de lograr continuar en el fútbol profesional. Y tras una temporada aciaga, encaró las últimas cinco jornadas en la penúltima posición, con 32 puntos y a 11 de la salvación.

La permanencia era una quimera. Sin embargo, el equipo dirigido por Barasoain logró la proeza de sumar cinco triunfos consecutivos y salir del pozo en la última jornada. El Mallorca B sólo sumó tres puntos en ese periodo y se fue a Segunda B.

El Eibar logró tumbar por el camino a Osasuna (2-0), Hércules (1-3), Barcelona B (2-0), Albacete (0-1) y Toledo (3-0). El milagro se hizo realidad e Ipurua siguió disfrutando de su equipo en Segunda.

“Creer para poder” es el lema con el que el Málaga se aferra a sus opciones de permanencia. Y aquel Eibar de la 1998-99 es el mejor espejo posible para alimentar la fe blanquiazul.

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