El Éibar recupera la sonrisa ante un Lugo en coma

El Lugo y el Éibar comparecían al partido con la necesidad de ganar. Los locales, para sobrevivir y los visitantes para no perder comba con la cabeza. Lo consiguieron los visitantes y lo hicieron sin demasiado esfuerzo, ante un Lugo que fue de más a muchísimo menos y ni siquiera jugando contra diez dio señales de vida. Las señales, que eran preocupantes, comienzan a ser definitivas en el Anxo Carro donde ya se empiezan a acabar las fuerzas para animar y empieza a aflorar el cabreo. Con razón.

Salió animoso el Lugo, con ganas de tirar del carro, fútbol vertical e intentando llegar a zonas de remate. Con la revolución de Joan Carrillo plasmada en el verde con hasta cuatro novedades, los albivermellos comenzaron mandando. No obstante, apenas diez minutos tardó el Éibar en equilibrar la sensación de dominio local. A los 19 minutos Rahmani ya avisó en un diparo cruzado que dio en el palo tras tocarla Whalley, justo después de que Imanol se marchase lesionado de su tobillo derecho. A los 26 minutos Gui, que debutaba como titular, también mandó un balón al larguero de Luca en un pretendido centro que se envenenó. Volvía a apretar el Lugo, que a la media hora tuvo otra buena ocasión en un remate de Barreiro que Luca desvió pleno de reflejos. Sin embargo fue el Eibar el que se adelantó a los 40 minutos merced a un penalti por manos de Pantic que De La Fuente Ramos vio fuera pero el VAR metió dentro. Ejecutó Stoitchkov a la perfección para batir a Whalley. Aún tuvo que volver a intervenir el VAR en la primera parte para transformar en roja una amarilla a Javi Muñoz. De La Fuente Ramos, una vez más, no dio una.

La segunda parte se presentó con un Éibar que contemporizaba ante las prisas locales. Quiso agitar el avispero Carrillo con hasta tres cambios en el primer cuarto de hora, buscando meter ritmo ante un rival con diez, pero el Lugo más parecía un equipo de media tabla sin aspiraciones que uno que se está jugando la permanencia. El primer remate a puerta local llegó en el minuto 75 tras una jugada individual de Sebas Moyano, de los pocos con picante entre los albivermellos. Pudo el Éibar incluso ampliar ventaja en una contra mal resuelta por Corpas o en un doble remate que salvó Whalley. Barreiro, en el 88, remató fuera un centro franco de Idrissa. Lo remató en el descuento Bautista, para certificar que al Lugo ya no le queda nada, ni siquiera alma. Sólo un viacrucis hasta final de temporada. Que cada uno expíe sus pecados, porque hay para todos.