El despertar del ataque

Pasan las jornadas y el Cádiz continúa sin encontrar la regularidad que le permitió llegar a colocarse líder, en la jornada 9. Curiosamente, tras vencer al Huesca, el equipo amarillo experimentó un receso futbolístico que se vio, inevitablemente, reflejado en los resultados. Desde entonces acumula una racha de dos meses sin victorias como local y ha perdido la solidez defensiva que le caracterizaba. La (única) buena noticia, es que en los últimos partidos ha vuelto a encontrar la portería rival con algo más de asiduidad.

Los seis goles en los últimos tres partidos (dos de Liga y el de Copa, ante el Murcia) invitan a pensar que puede haber un antes y un después de cara a la portería rival. Los datos así lo reflejan. En este lapso, los de Garitano han acumulado los mismos goles que en los once partidos anteriores (diez de Liga y uno de Copa, ante el UCAM).

Otro motivo para la esperanza está en los delanteros, que, por fin, parecen haber destapado el tarro de las esencias. De los últimos cuatro goles, conseguidos en los dos últimos encuentros, tres han sido de delanteros (dos de Dawda y uno de Roger). En los 17 partidos anteriores a ese lapso, los delanteros marcaron los mismos tantos. Doblete de Roger, ante el UCAM, en Copa; y el tanto de García Pascual, en la primera jornada, contra el Mirandés, con el que se inauguró la temporada.

Una pareja que se queda

Esa mejoría del gol en el ataque se ve directamente reflejada en las decisiones de Garitano. El técnico parece tener decidido, al menos de momento, que la pareja Roger-Dawda ha venido para quedarse. Ambos han gozado de las dos últimas titularidades ligueras, y todo apunta a que ante el Zaragoza, también formarán la dupla del ataque amarillo.

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