RACING DE FERROL

El césped, enemigo del Racing de Ferrol: “Está muy mal”

El deficiente estado que presenta el terreno de juego en A Malata continúa siendo un escollo para que el conjunto gallego desarrolle correctamente su juego.

TINI FOTOGRAFIA

Los milagros no existen y el estado del césped que enfadó a Cristóbal Parralo tras el encuentro ante el Sevilla diciendo que “parecía una playa” sigue siendo un problema para el Racing. El irregular aspecto que presenta el campo perjudica directamente en la propuesta de juego del equipo, a pesar de que recibió un tratamiento durante el parón navideño con el fin de conseguir una mejoría de cara a la segunda vuelta que por el momento no ha llegado, como se vio ante el Espanyol.

El malestar sigue latente en el propio Cristóbal Parralo y en los jugadores que son los principales afectados con diversos resbalones y caídas que pueden afectar directamente a su integridad física. El técnico volvió a reiterar en el post partido ante el Espanyol lo que actualmente es una evidencia en cuanto al terreno de juego. “Falta mucho para que esté en las condiciones óptimas para poder jugar. A veces es complicado hasta hacerse pie y es difícil para todos. Hay que adaptarse”. Las quejas del mal momento de salud que atraviesa el rectángulo de juego en A Malata también se extendió a jugadores como Julián Delmás. “Se nota mucho. No es una excusa pero sí que es verdad que el campo está muy mal”.

Exigencias de LaLiga

Los 42 terrenos de juego que componen el fútbol profesional entre Primera y Segunda División deben de responder a unos criterios mínimos que se describen en el Reglamento de Retransmisión Televisiva y que tienen que cumplir obligatoriamente las entidades que forman parte de LaLiga. La respuesta es obligatoria en los siguientes criterios: uniformidad, cobertura, dureza, altura y tracción total del césped.

En cuanto a la uniformidad, se trata de tener una misma tonalidad de color en el césped que no ocurre en el terreno de juego de A Malata, sobre todo en la banda más cercana a la tribuna mostrando un evidente deterioro. En el apartado de la cobertura implica que todo el espacio de juego debe de tener césped, sin contar con ninguna zona sin poblar, ni tampoco tener ninguna denominada “mala hierba” como trébol, kikuyu y poa annua. Sobre la dureza, se relaciona con la humedad del mismo césped, se toman hasta 15 mediciones y de ahí se retira la media que debe de contar entre 60 y 90 gramos. Si no cumple estos parámetros mínimos el terreno será objeto de sanción como indica el Reglamento.

Lo mismo que la altura, entre 2 y 3 centímetros, los clubes dentro de estos límites pueden situar a su gusto la longitud del césped, fuera de este intervalo conlleva a una sanción. La tracción total se encauza con el fin de que los jugadores puedan evitar lesiones y esto se relaciona con la resistencia y agarre del terreno de juego con un correcto riego que depende de cada club, que adoptará las medidas necesarias para asegurar unas óptimas condiciones del terreno de juego que posibiliten una práctica deportiva bajo los mejores estándares de calidad.

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