LEGANÉS

El caso Riesgo, en la recta final

El portero encara con secretismo su decisión de si renovar con el Leganés o retirarse. En el club no saben nada y manejan todos los escenarios posibles.

Juan AguadoDiarioAS

La continuidad (o no) de Asier Riesgo en el fútbol profesional encara su tramo decisivo. El portero todavía del Leganés (termina contrato el 30 de junio) medita en privado y con secretismo si aceptar la oferta de renovación que el club le puso hace tiempo encima de la mesa o retirarse a sus 39 años de edad. Al sur de la capital por ahora no saben cuál es su decisión. Pero, pese a ello, no habrá presiones para que dé el paso o lo comunique con celeridad. Su trayectoria pública y privada luciendo el escudo del laurel le han hecho ganarse que sea él y sólo él quien maneje los tempos de su anuncio.

Entre tanto, el club no condiciona sus movimientos a qué sucederá con el de Deba. Menos todavía después de haberse hecho con los servicios en propiedad de Diego Conde. El retorno del ex del Getafe, en verdad, tiene más que ver con la situación de Dani Jiménez que con la posibilidad de que Riesgo acepte y continúe una temporada jugando al fútbol. Como contó AS en su momento, Jiménez quiere jugar en un equipo en el que se sienta importante. Traducido: no se descarta que pueda buscar un nuevo destino. Así que el Leganés necesitaba (sí o sí) atar un guardameta de garantías ante ese escenario. Ya lo tiene.

Todas las vías abiertas

La continuidad de Riesgo, eso sí, ayudaría mucho a aumentar las garantías en la portería, con o sin salida de alguno de sus miembros durante el mercado estival. Porque, de quedarse todos, Borja Jiménez tendría seguramente uno de los elencos más completos de la categoría. Porque, de haber algún adiós, Riesgo y Conde completarían una dupla igualmente sólida para afrontar la temporada.

Asier Riesgo, en un partido de la pasada temporada. Quality Sport ImagesGetty Images

Sea como fuere, también en Butarque se trabaja con el escenario de una posible retirada, opción que, lógica en mano, es quizá la más factible. Al borde de los 40 años (los cumplirá en octubre), el guardameta se arriesga a que, de no hacerse con la titularidad como le ha sucedido en las últimas temporadas, su curso despedida en el fútbol pueda ser un escenario de entrenamientos diarios, pero sin vistas a jugar. Un panorama nada halagüeño para un jugador que anhela pasar más tiempo con su familia. De hecho, en sus comparecencias públicas, el jugador siempre ha dicho que su continuidad en el fútbol es una decisión familiar y no sólo individual.

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