El cambio de entrenador no garantiza la remontada

La paciencia es una virtud, o a veces no. Eso pensarán la mayoría de equipos que, sacudidos por los malos resultados, decidieron dar un cambio de rumbo relevando a sus entrenadores con la temporada ya comenzada. Cuatro de estos nueve valientes han mejorado su posición en la tabla, otros dos anidan en el mismo puesto en el que comenzaron estas nuevas etapas y sólo dos de ellos no han levantado cabeza. El Racing aún está por ver. Esperar, con el fantasma del descenso a Primera RFEF presente, puede ser jugar a la ruleta rusa.

Levante, Granada, Zaragoza y Oviedo han escalado en la clasificación con Calleja, Paco López, Fran Escribá y Cervera como entrenadores, respectivamente. Los cuatro, con más de cincuenta partidos dirigidos en Primera, por cierto. Jornada a jornada, este cuarteto ha ido dando identidad y ambición a unos grupos desnortados y muy alejados de sus objetivos iniciales.

Los nazaríes han subido dos puestos en la tabla con Paco López sumando 10 puntos de 15; el Zaragoza ha escalado tres con el 9 de 15 de Escribá y el Oviedo, haciéndose fuerte en el Carlos Tartiere de la mano de Cervera, ha escapado del descenso con 14 de 27.

Mención especial

El Levante ha hecho cumbre en su Everest particular. Con Calleja, los levantinistas han pasado de ser décimos a terceros con los mismos puntos que el segundo, Las Palmas. Su filosofía es un fútbol directo y sin florituras; sus resultados, cinco victorias y cuatro empates.

Sin todavía tiempo para evaluar lo acertado de su apuesta se encuentran en Ponferrada y Lugo. Los bercianos escogieron a David Gallego tras la dimisión de un señorial José Gomes, que no se vio capaz de levantar al equipo. La Ponferradina sigue instalada en el decimoctavo puesto. El mismo que dejó Gomes cuando se marchó en la jornada 16. De la misma manera, el Lugo, que apostó por Fran Justo, continúa en el vigésimo puesto.

Donde no celebran es en Málaga y, sobre todo, en Ibiza. Los de La Rosaleda viven en una mala película de terror en la que intercambian cada jornada el último puesto con un Ibiza todavía más hundido. La apuesta del club costasoleño por el experimentado Pepe Mel es tan fuerte que empequeñece cualquier atisbo de duda sobre él. Por el contrario, en la isla pitiusa ya marchan por su tercer técnico, Lucas Alcaraz, tras los ceses de Javi Baraja y Anquela.