El Cabildo confía en que Las Palmas no deba mudarse durante las obras
Para ello se plantea disputar las dos últimas jornadas de la 27/28 y las dos primeras de la 28/29 lejos de casa para culminar la obra.
En la tarde de ayer corrió como la pólvora por las redes que Las Palmas tendría que jugar en otro estadio durante las obras de reforma del Estadio de Gran Canaria, unas declaraciones del consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria, Aridany Romero, en Onda Cero Canarias, que él mismo ha matizado en los micrófonos de SER Las Palmas. El responsable del área deportiva aseguró que el traslado al Municipal de San Fernando, en el sur de la isla, solamente se plantea como plan b de emergencia por si las obras obligan a abandonar la casa amarilla durante la subida de la cubierta.
No obstante, el plan de la corporación insular pasa por pedir disputar las dos últimas jornadas de la temporada 2027/2028 y las dos primeras de la 2028/2029 lejos del Estadio de Gran Canaria, lo que ofrecería cuatro meses de margen para acometer la obra de la cubierta sin perjuicio alguno para la UD Las Palmas. Si dichos plazos no se cumplieran ahí entraría la opción del Estadio de San Fernando de Maspalomas, que debería ser rehabilitado para cumplir las condiciones de LaLiga. En la actualidad se encuentra casi en ruina.
“El compromiso inversor del Cabildo de Gran Canaria ya ha autorizado al municipio de San Bartolomé de Tirajana 4 millones de euros para transformar ese estadio. Aunque en principio este escenario no debería suceder”, aseguró Romero en los micrófonos de SER Las Palmas.
Las obras de demolición de la torre este del Estadio de Gran Canaria, que debían empezar en octubre, se prevén para noviembre o diciembre, informó el consejero, que también apuntó que el requisito mínimo de 8.000 espectadores para el deporte profesional permitirá realizar las obras por fases e incluso “parcelar el Gran Canaria para que Las Palmas no tenga que ir a otro estadio”.
Romero apuntó que “muy probablemente” se comenzará con los bajos de tribuna y por uno de los fondos, el de Naciente, que obligaría a reubicar a la Grada Ultra Naciente en la grada Curva del Estadio de Gran Canaria.
El nuevo Estadio de Gran Canaria, con las vistas puestas en el Mundial 2030, pasará de 32.392 butacas a 44.484 plazas, superando las 40.000 exigidas por FIFA para ser sede mundialista, contará con gradas completamente techadas y serán acercadas al césped, principalmente Naciente y Curva. La obra será llevada a cabo por el despacho de arquitectura L35 Arquitectos, encargados de las obras del Nuevo Santiago Bernabéu.
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