El Burgos sueña ante una Deportiva que se hunde

La Deportiva se acabó de meter en un lío en esta jornada con una nueva derrota en El Toralín (y ya van demasiadas) ante un Burgos que mantiene el pulso por el liderato con Alavés y Las Palmas. Apenas tres zarpazos le bastaron a los de Calero para llevarse los tres puntos de Ponferrada con goles de Gaspar y Mourad.

La Ponferradina salió bien plantada al partido y a los once minutos estuvo a punto de adelantarse en el marcador tras un pase interior de Hugo Vallejo para Yuri, que se revolvió en el área para rematar, pero Caro tocó lo justo el balón para desviarlo al larguero e impedir el primer gol de la noche.

El Burgos apareció por primera vez en ataque poco antes de cumplirse la media hora. Bermejo filtró un pase interior para Gaspar, que remató cruzado al fondo de la red, pero Arcediano Monescillo, a instancias del VAR, anuló el tanto por fuera de juego. Cinco minutos después, Bermejo y Gaspar repitieron la jugada, esta vez con el pase elevado por encima de la defensa, y de nuevo Gaspar cruzó la pelota a gol, ahora sin mediar fuera de juego.

El tanto no descompuso a la Ponferradina, que siguió buscando la portería de Caro y la encontró apenas seis minutos después del gol del Burgos. Dani Ojeda cabalgó por la banda derecha hasta meterse en el área, donde frenó, miró y vio cómo llegaba desde atrás Hugo Vallejo, al que le cedió el balón para que éste anotara el empate con el que se llegó al final de la primera parte.

La segunda parte empezó con el mismo guion: la Deportiva tenía el balón y el Burgos, sin conceder apenas ocasiones, esperaba pacientemente su oportunidad. Estuvo a punto de llegar en el primer minuto de la reanudación, pero Amo se rehízo bien tras un doble error defensivo, pero en el 69 no perdonaron los blanquinegros. Gaspar recogió el balón en el centro del campo, se dio la vuelta, vio a Fran García en la izquierda y allí le puso el balón para que el centro de éste lo rematara Mourad llegando desde atrás. Esta vez no hubo reacción berciana, que no encontró más ideas que colgar balones que repelía una y otra vez la defensa burgalesa para llevarse los tres puntos y seguir soñando mientras las pesadillas asedian a la Ponferradina.