El balón parado, daño colateral a la salida de Lucas Pérez

Brazo izquierdo a media asta, pie derecho adelantado, mirada profunda y un ‘7’ a la espalda. Esa era la habitual estampa en todas y cada una de las jugadas de estrategia del Deportivo hasta este sábado. La marcha del de Monelos deja un vacío de identidad, capitanía, mentalidad ganadora, liderazgo y goles. Una larga lista de debes a la que une el balón parado, monopolio del delantero coruñés desde su regreso hace dos años. Todo córner o falta lateral pasaba por sus botas y su salida crea una nueva dificultad que se ve ampliada porque Escudero, el número dos en este aspecto, estará un largo tiempo de baja e incluso podría pasar por el quirófano. Con este vacío, el encargado de esta faceta por la izquierda es José Ángel, mientras que Soriano se queda la derecha. Ante el Levante apenas se creo peligro de esta forma y será complicado replicar la calidad de Lucas en el golpeo de balón en un equipo que ahora no tiene ningún especialista en esta suerte.

El de Monelos no sólo colocaba envenados balones a sus compañeros, también era el encargo y especialista en las faltas directas. De esta forma firmó su último gol de blanquiazul en Cádiz. Fue el tercero de sus tantos y el más espectacular. Golpeo directo en una falta de 35 metros escorada a la derecha que se coló como un misil en la escuadra gaditana. De hecho, el gol más recordado por la afición de los 62 que marcó con el Depor es el de una falta. La que marcó en Riazor el 12 de mayo de 2024 ante el Barcelona Atlètic que significó el ascenso a Segunda de los blanquiazules tras largos años en Primera Federación.

90% de acierto en los penaltis

La tercera deriva de las jugadas con el balón parado son los penaltis, y de nuevo Lucas Pérez era una garantía con la que ya no podrá contar más el Deportivo. A lo largo de su carrera en sus diferentes equipos, el atacante coruñés lanzó 38 penaltis transformando nada menos que 34. Una altísima precisión que elevan su eficacia desde los once metros a un casi impecable 90% de acierto.

De sus cuatro penaltis fallados, uno fue con el Alavés y tres como el Depor. Los dos primeros fueron en Primera contra Espanyol y la Real Sociedad, aunque este último acabó en las redes ya que cazó el rechace. El último error fue la pasada campaña ante el Sabadell con la mala suerte de resbalarse justo antes de golpear en campo muy condicionado por la lluvia caída. Esta temporada sólo hubo un penalti a favor ante el Castellón, duelo que se perdió Lucas por sanción. El encargado fue Yeremay, que no falló. El canario se ha convertido en la gran referencia de este Depor post Lucas y, por lo que parece, también heredará el compromiso desde los once metros.

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