El Arcángel se despide de su foso
La entidad blanquiverde ultima los detalles para que el coliseo ribereño se estrene en LaLiga el próximo lunes
Mientras que Iván Ania prepara a su equipo para recibir el próximo lunes ante el Burgos, el Córdoba CF también está ultimando los preparativos para que El Arcángel se adecúe a todas las exigencias establecidas por Laliga para ser apto en Segunda División. Y es que El Arcángel no acogía un partido de fútbol profesional desde el mayo de 2019 después de consumarse su descenso a la ahora extinta Segunda División B.
En las últimas semanas, el coliseo ribereño ha ido realizando las mejoras necesarias para que se puedan emplear mecanismos como el VAR o las emisiones de partidos, ha colocado vallas de publicidad de pantallas LED y ha mejorado el sistema UCO para la vigilancia de las gradas. Pero también ha tratado por todos los medios de mejorar el acondicionamiento del foso ubicado en la zona de tribuna con el fin de proteger a los jugadores.
De hecho, hay que reseñar que la pasada temporada se produjo un lance en el que los rectores de la entidad blanquiverde entendieron como necesario acometer una obra en el mismo. Concretamente, en un partido disputado entre el Córdoba y el Atlético Baleares en el que Simo, hoy jugador del Eldense, estuvo a punto de caer por el mismo tras una carga en la banda. El mencionado foso tiene cerca de tres metros de profundidad.
El Córdoba ha colocado un sistema de protección a través de una red en la zona que separa el graderío y el terreno de juego. Además de lo que ocurre en el campo, el club quiere velar por la seguridad de los pequeños, quienes suelen acercarse a la zona a la conclusión de los partidos para ver de cerca a los futbolistas. La instalación ha sido llevada a cabo por la empresa Gomoboe, que es de origen cordobés.
El Sardinero, también
El Arcángel es actualmente de los pocos estadios que cuentan con un foso en alguno de sus graderíos. Y es que los criterios de seguridad de los estadios fueron pasando de las vallas a los fosos. Sin embargo, a día de hoy ambos mecanismos de protección han quedado obsoletos.
Prueba de ello es que en Segunda División sólo existe un estadio que tiene los fosos en ambos laterales del recinto, como es el caso de El Sardinero de Santander. Concretamente, el coliseo santanderino fue inaugurado en 1988, mientras que El Arcángel se levantó en 1993, aunque no tardó mucho en que se le realizara una remodelación en función a que la obra resultó deficiente.
De hecho, en los emplazamientos del estadio que se podrían considerar como nuevos, casos de los fondos y la preferencia. El Arcángel no cuenta con foso. Además, en los planes de una inminente remodelación final, en la que se acometería la tribuna, se eliminaría también.
Esta parte del proyecto, inacabada al no concederse a Madrid la organización de los Juegos Olímpicos de 2012 y 2016, estaba incluida. Y tampoco se descarta que a medio plazo pueda concretarla la actual propiedad del Córdoba, el grupo inversor de origen bareiní Infinity Capital. Como muestra, ya consiguió la firma del pliego de le cesión del estadio por un plazo de cuatro años antes de hacer otro de carácter definitivo. Ésa es la idea, porque, de momento, el foso tiene un sistema de protección especial.
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