El Andorra saca petróleo de la candidez de Las Palmas

Parece imposible poder hacer más o menos. Así se podría entender el partido que acaba de hacer el Andorra, que de la nada se llevo un empate, desde luego un tremendo alegrón este punto por cómo se había desarrollado el duelo. Ocurre que Las Palmas, que tomó la delantera en el marcador con ambos equipos aún desperezándose, tuvo varias opciones de cerrar una victoria que se evaporó de la manera más cruel.

La buena noticia para el equipo insular fue la aparición de Ale García, de quien hasta ahora solo se vieron pinceladas. Esta noche, en su estreno como titular en liga y su plaza en el primer equipo de Las Palmas de momento garantizada, reventó la puerta de los profesionales. Marcó un gol, perdonó dos, le anularon uno por fuera de juego, fue un incordio constante...

Más allá de su evidente declaración de intenciones, aquellas que ahora le llevan a presionar cuanto más arriba mejor y a que la pelota vuele cuando la tienen los de amarillo, el partido se le puso de cara a Las Palmas bien pronto. Apenas se estaba disputando el minuto 8 cuando Iván Gil, renacido, estampó un balón en el larguero. En el hilo de esa jugada, un mal despeje de Bomba dejó el cuero a los pies de Manu Fuster, quien le sirvió un estupendo balón a Ále García, que marcó así el 1-0, solo delante de Aaron, estrenándose además como goleador con la UD en liga. Gil, con su tobillo derecho más que maltrecho, fue sustituido y tuvo que abandonar el césped en camilla y el Estadio de Gran Canaria en ambulancia.

Las Palmas, pese a tener perdida la posesión (46.5%-53,5% al descanso), era más concisa con ella ante un Andorra sin un candil al que agarrarse en ataque. Su rival estaba bien colocado atrás con los tres centrales (Clemente, Mármol Barcia) y el carrete en las alas para Marvin y Cristian, pero tampoco demasiado exigido, así que apenas hubo meneo en torno a Dinko Horkas.

Era cuestión de tiempo que llegara el segundo gol o, cuanto menos, el goteo de ocasiones en torno a la portería andorrana. La más clara la tuvo otra vez García, de nuevo solo delante de Aaron, ahora tras una delicia de pase de Loiodice, timonel del equipo amarillo en Segunda. El suflé se fue bajando tras la excelente intervención del portero visitante para evitar el 2-0, las imprecisiones se multiplicaban y la hueste de Ibai aprovechó para coger aire.

La falta de mordiente del Andorra en ataque, por mucho que el equipo del Principado entrara mejor al partido tras el descanso, no cesaba, por lo que Ibai percutió con el doble cambio de Minsu y Nieto, desacertados ellos, por Olabarrieta y Jastin, indescifrable este último para los locales, evidentemente el revulsivo perfecto, una tortura para el expulsado Pezzolessi. Pese a ello, las mejores ocasiones seguían llegando para Las Palmas. Si primero Loiodice levantó demasiado el balón tras una dejada del activo Ale García. Poco después, este último vio cómo se le anulaba otro gol por un justo fuera de juego.

La alegría llegó en la portería contraria. Una inocente falta de Pezzolesi sobre Jastin fue botada por Domenech y despejada por Barcia pero hacia el lado equivocado. Esto suponía que el Andorra, de la nada, se encontrara con el empate. Entre su contención atrás y la falta de clarividencia amarilla arriba fue muriendo lentamente este duelo, que escenificó unas de las mayores letanías de la historia del fútbol. Y es que Las Palmas, que tampoco es que ofreciera un juego avasallador, perdono hasta la imposible. De su candidez sacó petróleo un bravo Andorra.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí