El Andorra agacha la cabeza

La temporada del Andorra entra dentro de los parámetros esperados. Seguramente, incluso supera las expectativas para un recién ascendido. El equipo marcha undécimo, a cuatro puntos del playoff y tres por encima de la permanencia, situado en la zona tranquila. El problema, si se le puede denominar así, es que el excelente inicio del equipo (incluso tuvieron la oportunidad de ponerse líderes) ha dejado un sabor amargo en la parroquia tricolor. Porque la dinámica que llevan, más de resultados que de juego, no es positiva.

El conjunto de Ibai Gómez acumula seis partidos sin conocer la victoria, con tres derrotas y tres empates, dilapidando parte de la renta ganada en las primeras fechas del campeonato. En la jornada séptimos eran terceros, a un solo puntos del líder y el ascenso directo, tras haber firmado cuatro victorias, dos empates y una derrota. Unos números estratosféricos para un Ibai Gómez debutante en la categoría, con una buena renta de puntos que pueden ser claves a final de temporada. Porque todos en Andorra quieren ilusionarse y soñar con cotas más altas, pero todos saben que el único objetivo del equipo es salvar la categoría e ir año a año asentándose en el fútbol profesional.

Es por eso que la mala dinámica del equipo preocupa relativamente. A nadie le gusta sumar tantos partidos sin ganar pero ni el juego es tan mala ni la situación dramática. Se han sumado muchos empates, algo que penaliza, pero el nivel del equipo (salvo alguna excepción) ha sido bueno. Ahora tienen por delante Albacete, Castellón y Sporting, tres equipos de la zona media de la tabla y de la ‘liga’ del Andorra, que deben servir para reencontrarse con la victoria. Para ello trabajan todos en Andorra.

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