LUGO

El 2023 sepulta al Lugo

Sin ganar en lo que va de año y con sólo tres goles anotados, los albivermellos pasaron de estar peleando por la permanencia a estar virtualmente descendidos.

Fue el 17 de diciembre de 2022. El Lugo se imponía en su estadio al Granada, dando la campanada al vencer por la mínima a uno de los equipos llamados a pelear por el ascenso directo a Primera División. En el banquillo albivermello se sentaba Fran Justo y el gol lo anotó Loureiro a los doce minutos. Al terminar la jornada (la número 21), los albivermellos ocupaban el puesto 19, empatados a 21 puntos con el Racing de Santander, equipo que marcaba en ese momento la salvación. Entonces llegó el 2023, la venta de su jugador franquicia, la dimisión de Carlos Pita como director deportivo por “diferencias de criterio” con Wagner Molina, que asumió las riendas de la parcela deportiva, dos cambios de entrenador y el descalabro absoluto de una planificación cogida con alfileres y que ha acabado con el equipo virtualmente descendido sin terminar el mes de abril. Dificilmente se puede hacer peor.

Y, como siempre, los datos son esclarecedores. En lo que va de año, el Lugo no sabe lo que es ganar. De las 14 jornadas disputadas en este 2023, los del Anxo Carro acumulan seis empates y ocho derrotas, seis puntos de 42 posibles en una racha que incapacita a cualquier equipo para pelear por su objetivo, en este caso la permanencia. Ni Joan Carrillo primero ni Iñigo Vélez después han logrado una triste victoria que la desencantada y enfadada afición lucense pueda llevarse a la boca. La sensación de desastre es mayor aún si se pone la lupa en la diferencia de goles: en este año natural el Lugo ha anotado tres goles y recibido la friolera de 18, y eso a pesar de que el meta Whalley ha sido de los más destacados. Una inoperancia ofensiva absoluta que hace que Chris Ramos, que se fue al cierre del mercado invernal con siete dianas, vaya a ser con toda probabilidad el pichichi final de la temporada pese a haber jugado solo la mitad de la misma.

Es obvio que con estos datos cualquier posibilidad de mantener la categoría haya sido una utopía, a pesar de los mensajes lanzados desde el propio club. De hecho, ahora as declaraciones ya se centran en buscar una victoria, olvidando el “objetivo” que ya es inalcanzable. Un hundimiento absoluto que tiene muchos padres, desde la propiedad a los propios jugadores pasando por una dirección deportiva que ha fracasado estrepitosamente, pero que de momento sólo ha encontrado asunción de responsabilidades en Carlos Pita, el único implicado que decidió dimitir en un acto que le honra. Un 2023 que, recién comenzado, ya ha supuesto el cierre de la mejor época de la historia del Lugo tras once temporadas consecutivas en el fútbol profesional. Veremos que etapa se abre.

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