Édgar Badía: “Estoy convencido de que no vamos a descender”
“Desde la llegada de Víctor hemos dado un paso adelante muy grande y, además de meter goles, estamos generando muchas más ocasiones. Creo que vamos a conseguir una victoria muy pronto”, asegura el portero en una entrevista conjunta en AS y Radio Zaragoza.
Édgar Badía (Barcelona, 2 de febrero de 1992) no tiene la menor duda de que el Real Zaragoza conseguirá certificar más pronto que tarde su permanencia en Segunda División. En la semana del derbi aragonés, el guardameta asegura en una entrevista conjunta con AS y Radio Zaragoza, en el programa ‘Ser Deportivos Aragón’, que “desde la llegada de Víctor el equipo ha dado un paso adelante muy grande y va a conseguir una victoria cuanto antes”.
–Semana de derbi en El Alcoraz...
–Está siendo una semana corta- porque venimos de jugar el domingo y ahora jugamos el sábado, pero somos conscientes de la importancia que tiene este partido. En Segunda División da igual cómo te llames o qué equipo seas, pero obviamente es un encuentro un poquito más especial. Tenemos un margen sobre los que están ahora mismo en descenso, pero queremos ganar un par de partidos o tres cuanto antes para conseguir una puntuación que ya asegure que el Real Zaragoza el año que viene, como va a ser, va a jugar en Segunda.
–¿Esperaba estar a estas alturas luchando por la permanencia?
–Como he dicho antes, esto es la Segunda División y da igual cómo te llames. El Elche vino aquí y demostró que es un equipazo. Yo lo conozco bien y juega muy bien y creo que al final fue un buen punto, pero ahora mismo están fuera del playoff y hay otros equipos que parece que juegan peor o tienen peor plantilla, pero que están por delante de ellos. Esto demuestra la igualdad que hay.
–¿Cuando fichó por el Zaragoza aún sentía que el playoff era posible?
–Sí. Muy consciente de que era difícil, porque había un déficit de puntos, pero, como yo indiqué, lo que quería era engancharme con los mejores y llegar a las últimas jornadas con opciones, que en Segunda lo es todo, porque se han dado muchos casos que parece que no y luego lo consigues. Al final no ha sido así y no estoy contento por ello. Creo que el mes de enero fue muy bueno e, incluso, si ganábamos en el campo del Éibar, nos poníamos a dos puntos del ascenso directo, pero después de esa mala racha te ves más cerca de los de abajo que de los de arriba. Me han dicho que esto le ha pasado mucho al Zaragoza en los últimos años, pero ahora sólo queda mirar hacia delante y sumar una o dos victorias que nos permitan asegurar la permanencia. Hay que amarrar cuanto antes esa salvación y estoy convencido de que no vamos a descender.
–¿Qué balance hace de estos cuatro meses y medio en el Zaragoza?
–Yo dividiría esta etapa en dos fases. La primera fue fantástica: ganamos 2-0 al Andorra, 3-0 al Sporting y empatamos en campos difíciles. Y en la segunda, tras la derrota de Éibar y la mala suerte que tuvimos contra el Cartagena, que es un partido que puedes ganar perfectamente, no hemos sido capaces de sumar con regularidad y nos hemos juntado más con los de abajo. Estábamos a seis del descenso cuando llegué y ahora estamos a cinco, pero los de arriba se han distanciado mucho.
–Esa segunda fase de la que habla provocó un cambio de entrenador…
–Es una situación que yo no me esperaba cuando vine, porque confiaba en que nos íbamos a enganchar y, de hecho, el mes de enero fue fantástico. Cuando vi el calendario, yo me imaginaba el encuentro contra el Elche como un partido de tú a tú para pelear por el playoff. Al final no ha sido así. Esto es la Segunda División y creo que también hemos tenido muchas lesiones de jugadores importantes, empezando por el de mi posición, que es Cristian Álvarez, pero desde que he llegado han seguido lesionándose jugadores, muchos de ellos de larga duración. Eso tampoco ha ayudado. El cambio de entrenador no me lo esperaba y nadie quiere eso, pero hay que mirar hacia delante y ganar partidos.
–¿Qué ha cambiado con la llegada de Víctor Fernández?
–Los que no lo habíamos tenido, ahora tenemos la suerte de coincidir con él, con un entrenador que es una institución por todo lo que ha logrado, sobre todo, aquí. Al margen de eso, la gente ha sido consciente de la situación que ha llevado al cambio de entrenador y a partir de ahí ha estado mucho más con nosotros. Siempre ha habido un gran ambiente en el estadio, pero en los últimos partidos nos han apoyado muchísimo. Y creo que en estos cinco partidos con Víctor, a pesar de haber perdido dos, empatado otros dos y ganado sólo uno, hemos merecido bastante más. El equipo genera más ocasiones de gol y defensivamente estamos sólidos. Hemos dado un paso adelante y a mí me da la tranquilidad de que creo que vamos a conseguir una victoria cuanto antes.
–Víctor señaló el otro día que usted siempre está muy atento a todas las cuestiones tácticas a pesar de ser portero. ¿Hasta qué punto ha visto que el equipo se ha quitado lastre y ha dejado de estar tan encorsetado? ¿Y se ve de entrenador cuando se retire?
–Espero que me queden muchos años de portero y luego ya veremos. De momento, no me veo como entrenador, porque es una gran responsabilidad y muchísimo trabajo y muy difícil, pero sí que es cierto que si valoramos los últimos partidos con Velázquez, el equipo prácticamente no tiraba a puerta y generaba menos ocasiones de gol, pero también el día del Cartagena, cuando se quedan con diez, generas mucho. Y de haber ganado ese partido, con el empate en Villarreal, seguramente hubieras recibido al Amorebieta a dos o tres puntos del playoff. Son pequeños detalles. Está clarísimo que si no hemos conseguido estar cerca de los mejores cuando se esperaba que lo estuviéramos, es que todos podríamos haber dado más, tanto todos los entrenadores que han pasado como todos los jugadores, pero sí que es cierto que después de los últimos partidos de Velázquez, en los que tirábamos menos a puerta, con Víctor estamos generando mucho más y los jugadores creativos están apareciendo mucho más. También son dinámicas, ya que si valoro enero, el equipo competía bien. No era el equipo más vistoso del mundo, pero el Elche es el equipo que más posesión tiene, te genera por todos los lados y está fuera del playoff.
–Pero esa buena racha de enero coincide en un momento en el que usted paraba lo posible y lo imposible.
–Es imposible que las pares todas, porque si no, no estarías jugando en Segunda, pero también es cierto que el día del Cartagena, que paro un buen uno contra uno, tenemos ocasiones de sobra. Ese día, para mí, es el punto de inflexión. Y después el equipo se va cayendo y a veces, yo que soy muy exigente, ves es gol y piensas que podrías haber hecho eso o lo otro. O el otro día podríamos haber puesto la línea en la falta del Elche más arriba, pero estoy de acuerdo en que en los primeros partidos daba en el palo y se iba fuera y ahora da en el palo y va dentro.
–Ahora que menciona las ocasiones falladas contra el Cartagena, ¿ha habido cierta psicosis dentro del equipo con la falta de gol?
–En esa racha de esos dos meses, por supuesto que entre nosotros decíamos que si no metemos goles es imposible ganar. Fueron dos empates a cero y el resto derrotas. Era algo que preocupaba, pero en el último mes el equipo ha dado un paso adelante muy grande. Además de meter goles, estamos generando muchas más ocasiones. El otro día, sin merecer ganar al Elche, puedes ganar.
–¿Cómo está viendo a Bakis?
–Un ‘nueve’ se nutre mucho de lo que le dan, pero es cierto que entre las lesiones y la poca continuidad no ha encontrado su mejor nivel. Los últimos partidos está jugando, el míster le está dando confianza y yo espero que el destino le tenga reservado el gol contra el Huesca y que nos dé la victoria. Él está entrenando bien, como todos. Sergi Enrich no está jugando mucho, pero está entrenando muy bien también. Y Azón, que ahora está jugando un poco más tirado a banda, también y lo está demostrando con rendimiento en los últimos partidos.
–¿Había compartido en alguna ocasión vestuario con otros tres porteros?
–No lo había vivido. Nos intentamos ayudar los unos a los otros y, como siempre digo, a mí me hubiera gustado llegar, no jugar y que el Zaragoza ascendiera, porque sería bueno para todos. Al final, todos queremos estar en Primera. Entre los cuatro nos intentamos ayudar. No es una situación habitual y en algunos momentos complicada, porque hay ejercicios en los que sólo participan dos porteros y nos tenemos que rotar, pero lo llevamos bien.
–En cuanto a su futuro, ¿se plantea algo en estos momentos?
–La experiencia me dice que como estés mirando lo que pase en el futuro o lo que pasó en el pasado, el presente te come y en Segunda cualquier equipo te pasa por encima. Nos han ganado aquí el Cartagena y el Amorebieta, que fuera de casa no habían ganado prácticamente. Puede ser que algo fuera por el runrún de deberíamos estar más arriba o que este año nos ha pasado de todo. Al final, han pasado muchas cosas y cuando lo arrastras y estás pendiente de eso o de lo que pasará en el futuro, te pierdes el presente. Algo que tengo presente en mi vida es disfrutar del día a día y lo estoy disfrutando. Ser portero del Real Zaragoza es algo que no puede decirlo todo el mundo. Yo lo habré sido mínimo cinco meses y a partir de ahí veremos lo que pasa en verano. La situación es que yo tengo contrato con el Elche y vamos a ver lo que sucede. No quiero ahora especular porque debemos estar centrados.
–Usted vino del Elche con Raúl Guti y en el primer partido se lesionó para lo que resta de temporada. ¿Qué tal está?
–Es una lesión especialmente dolorosa, porque desde el club se hace un esfuerzo por traerlo. Era una negociación que llevaba bastante tiempo, de la que yo estaba pendiente, porque he estado tres años con él en el Elche. Se solucionó en el último día, antes del partido del Sporting compartimos habitación y me dijo: “Siento que vamos a ascender”. Le dije que yo también, que tenía esa sensación de que vamos a estar ahí hasta el final. Y aquel día hizo un encuentro espectacular, transmitió mucho, contagió a la grada y a los compañeros… Creo que nos hubiera dado muchísimo y que era un fichaje muy importante. Es mala suerte y fue un jarro de agua fría para todos. Me fui a casa después de haber ganado 3-0… Fue un día complicado. Para él era muy ilusionante estar aquí y para todos también. Tuvo la opción de recuperarse en Elche o quedarse aquí y él dijo que había querido venir aquí, que ésta es su casa y que aquí iba a estar con su familia y con sus compañeros en este vestuario. Aquí está más arropado y lo está llevando algo mejor. Es complicado porque no creo que vuelva a jugar esta temporada.
–¿Qué tal el vestuario? ¿Mejor de lo que esperaba?
–Independientemente de que haya una buena o una mala racha, hay muy buen ambiente. Hay mucha gente joven, como Mollejo o Francés, que te sacan una sonrisa en el peor momento. Y tengo muy buena relación con los que ya tienen un poco más de edad y tienen familia, como yo. Es un vestuario fantástico. Y también hablo con los franceses, que como yo hablo francés intento hacer de nexo. Poussin, que su situación no ha sido fácil, está entrenando muy bien y me está ayudando mucho y yo trato de ayudarle a que lo entienda todo.
–¿Y futbolísticamente quién le ha sorprendido?
–Todo el mundo habla de Francés. Yo no lo voy a descubrir. Es un muy buen central, con unas cualidades increíbles para la edad que tiene, internacional Sub-21 y nos está dando mucho, pero es que la mayoría de esta plantilla en otro contexto rendiría. Igual este mismo Zaragoza, con dos o tres retoques, lo pones a competir en Primera y seguro que podríamos estar compitiendo con algunos equipos. Todo va de contextos, pero sí que puedo nombrar a Francés, ahora Azón está jugando bien, Toni Moya… Al final, es una plantilla muy buena. Obviamente, algo nos ha faltado y algo hemos fallado nosotros para no estar con los de arriba. Nosotros también debemos ponernos culpa porque seguramente no habremos estado en nuestra mejor versión.
–Hablando de contextos, ¿considera que algunas de las plantillas que han ascendido a lo largo de estos últimos años no lo habrían podido hacer con la camiseta del Zaragoza?
–Puede ser. Yo miro la plantilla del Elche del ascenso y, al margen de que se nos apareció la Virgen para que ascendiéramos, hay muchos jugadores que con el paso del tiempo han jugado en Primera y han rendido, pero en ese momento no era eso y no era una plantilla inicialmente mejor que la que tenemos ahora nosotros en el Zaragoza. Todo el mundo me decía que esta camiseta pesa mucho y que defender esta portería no es fácil; yo me lo he tomado como un reto, como algo ilusionante, como algo para lo que yo me he preparado durante toda mi carrera. Es cierto que en algún gol podría haber hecho más, pero creo que en estos catorce partidos no he cometido grandes errores y estoy satisfecho con el rendimiento que he tenido. Obviamente, es un club con muchísima historia, una ciudad enorme y espectacular, pero es un reto para un futbolista y hay que tomárselo así.
–Usted ya lleva varias temporadas en el fútbol profesional e incluso ha llegado a destacar en Primera, precisamente en una época en la que los porteros ya rondan los dos metros de altura. ¿Considera que su estatura pueda verse por algunos como un hándicap?
–La estatura media de la sociedad ha ido creciendo y en el fútbol aun más. También está el tópico de que los porteros altos te dan más seguridad por arriba y esos dos metros no te aseguran que salgan. Obviamente, me habrá cerrado puertas ese tema a lo largo de mi carrera porque hay muchos directores deportivos o clubes que prefieren un portero de dos metros porque hay mucha gente que aún vive en ese tópico, pero yo creo que soy un portero que, sin salir más allá de lo que me toca, trata de dar seguridad en los balones que tengo que salir. Intento seleccionar bien, colocarme bien, calcular bien... Esto está por encima de la altura.
–Natxo González, Benito, Ángel, Atienza y Linares llegaron al Zaragoza desde el Reus cuando usted estaba jugando allí. ¿También tuvo usted opciones de fichar?
–Sí. De hecho, cuando salió la posibilidad de venir en enero, mi mujer me dijo “las vueltas que da la vida”. Para nosotros, en aquel momento, venir al Zaragoza hubiera sido un gran paso adelante. Nosotros estábamos muy a gusto en el Reus, pero ir al Zaragoza y con un proyecto claro de ascenso... Al final he acabado jugando aquí, que es algo muy bonito.
–¿Qué pasó para que no terminara fichando en aquel entonces por el Zaragoza?
–Una de las opciones más claras fue que en ese playoff que se pierde contra el Numancia se hubiera ascendido. Yo recuerdo ver ese partido con mi mujer y llorar los dos. Y al final también quieres que los clubes grandes estén en Primera División. Es algo que aunque vayas de visitante te gusta. Con el Elche, que he estado tres años en Primera, me hubiera gustado venir a jugar a La Romareda. El ambiente es increíble de visitante y ya de local ni te cuento.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.