Dos errores tumban al Pucela

Se acabó. Se acabó la racha de victorias del Real Valladolid en Barcelona y lo hizo de una manera que nos deja a todos la pregunta de qué habría pasado si los pucelanos no hubiesen cometido los errores defensivos que tuvieron. Porque el penalti de John no tiene nombre y la pérdida de balón de Escudero en la salida del segundo tampoco. Por cierto, que el vallisoletano, salvador ante el Mirandés, tampoco estuvo demasiado bien en el origen de la pena máxima al verse superado por Puado en carrera y permitir el centro. Lo del meta brasileño empieza a ser materia de estudio y tendrá a Masip pensativo. Capaz de hacer buenas paradas y cometer los errores más llamativos que se pueden ver en los porteros. El manotazo a Braithwaite sólo se puede entender desde el descontrol o la falta de sangre fría para aguantar porque podía haber visto la tarjeta roja. Ese primer tanto le puso el camino libre a los blanquiazules para llevarse el encuentro, más con el segundo gol, donde también falla.

Tampoco se puede buscar la excusa en la caserísima actuación de Caparrós Hernández. El penalti lo es, la repetición de la pena máxima también es legal, pero la permisividad que tuvo con los locales para parar el juego blanquivioleta de manera recurrente sí se le puede echar en cara. Con el partido encarrilado para los blanquiazules, en la segunda parte repartió justicia de manera más equitativa, pero no. El Pucela no perdió por el árbitro y el técnico blanquivioleta tiró de ironía.

Más bien, los de Pezzolano perdieron, además de por los errores en los dos tantos, porque pese a tener el control del partido le costo hacer ocasiones claras y tener más continuidad en ataque. La falta de jugadores que desborden por la banda dificultan mucho la llegada al área contraria. No es un problema de hoy, ni una cuestión de la que se pueda culpar a Pezzolano. Sylla, pese a que no marcó, fue el mejor de los blanquivioletas, convirtiéndose en un delantero no sólo rematador, sino también que cae bien a la banda, sobre todo, a la izquierda, pero que en algunos momentos se encontró demasiado solo ante una defensa del Espanyol que fue rocosa y contundente, contra un equipo que por momentos te regaló el balón y te invitó a atacarle...

Así que el Pucela perdió la oportunidad de colocarse como líder en Cornellá-El Prats. No es un drama. Podía pasar que el Real Valladolid perdiera ante los de Luis García. Que se rompa la racha de cinco victorias no es tan importante como entender que el domingo tiene que empezar otra secuencia de partidos ganados que mantengan a los blanquivioletas en la zona de arriba y eso debe empezar por ganar al Andorra, pero también por mejorar el rendimiento general, el juego de los pucelanos y terminar de recuperar jugadores.

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