Diego Conde, milagros de escaparate y un riesgo de Primera

Dice el big data y también el ojo futbolero ajeno a la estadística que en el Oviedo – Leganés del pasado sábado (derrota del líder 1-0) que Diego Conde, portero de los pepineros, fue el mejor del partido. No es la primera vez. La actuación milagrosa del guardameta madrileño se ha convertido en rutina en un club que, entre sus muchos méritos, cuenta en las actuaciones del portero como uno de los puntales de su éxito. Frente a los carbayones hizo cuatro paradas, todos de goles cantados que desesperaron a un equipo que solo pudo recurrir al minuto 89 para batirlo.

Un recital de buenas paradas que casi hunde en la desesperación al estadio que estuvo a punto de aclamarlo como ídolo este mismo curso. El verano del 2023 el Oviedo fue uno de los equipos que más fuerte pujó por hacerse con los servicios de este canterano del Atlético de Madrid. Pero cuando los asturianos llamaron a la puerta con una oferta más jugosa que el Leganés, Diego insistió en que había dado su palabra de que firmaría por el Leganés. Y la cumplió.

Un fichaje que, casualidades mediante, se ha convertido en trascendental para esta temporada por ahora histórica al sur de la capital. La lesión de Dani Jiménez en la tercera jornada le abrió las puertas de la titularidad y, desde aquella tarde ante el Albacete, ha ido ejecutando actuaciones brillantes tras actuaciones brillantes hasta ser uno de los porteros más determinantes de la categoría.

Un recurso eficiente

Que se lo pregunten a este Leganés que, en medio del vendaval reciente de ausencias, lo ha enarbolado como argumento para aferrarse al liderato. Ante el Andorra o frente al Tenerife fue salvador de los suyos. También ante el Sporting, donde desesperó a los rojiblancos. Asturias no se le da mal. Fueron aquellos recitales de un arquero que tiene el récord de la categoría de menos goles concedidos (apenas 0,7 por encuentro) pese a ser el 13º que menos interviene del campeonato, apenas 2,4 paradas por partido. Eso sí, muchas de ellas salvadoras.

Cartagena, Espanyol o Eibar son algunas de las otras picas que el chaval (25 años) ha ido poniendo en esta temporada de escaparate constante. Y eso es, para el Leganés, problema y ventaja.

Con un año más de contrato, hasta 2025, si el Leganés no asciende a Primera el curso que viene, la continuidad de Conde en la plantilla se podría ver condicionada al enorme interés que está despertando el chico en equipos de la élite que lo siguen, pero también del extranjero, que lo apuntan en su agenda como ya le sucedió al Getafe. La operación con los azulones no salió bien (dos temporadas, apenas un partido jugado), pero el escenario ahora cambia, por la regularidad de sus buenas actuaciones y por unas características innatas que lo hacen pieza apetecible y, a la vez, bendición actual y preocupación del Leganés para la temporada que viene.