De Balaídos al Belmonte: ‘manita’ a domicilio 20 años después
El Depor no marcaba 5 goles fuera de casa en fútbol profesional desde el 0-5 al Celta en 2004. Décima vez que firma 5 tantos o más lejos de Riazor.
El 2-5 del Deportivo en el Belmonte es de esas goleadas que, al menos en el caso del equipo blanquiazul, no suelen verse a menudo fuera de casa. Desde que se registran datos en el fútbol profesional (Primera y Segunda División), la de ayer fue la décima vez que el club herculino consigue marcar cinco o más tantos a domicilio en Liga. Y sólo una había sido en este siglo. Eso sí, de las que no se olvidan. Fue a inicios de 2004 en Balaídos con aquel 0-5 en el que Víctor Sánchez del Amo firmó un hat-trick para llevarse con contundencia ‘o noso derbi’.
Han tenido que pasar 20 años, incluso cuatro de ellos fuera de la élite, para que el Depor se diera de nuevo un festín en casa ajena. Porque en Primera Federación sí lo consiguió, además de forma reciente con el 0-5 a la SD Logroñés en el espectacular febrero goleador del equipo, pero como dicen siempre los entrenadores: las categorías están para algo.
Sucede a menudo que los hitos de este calibre suelen llevar al ‘Superdepor’. Este no es excepción. Cuatro de los diez destapes goleadores se firmaron entre 1994 y 1996, con Arsenio Iglesias en el banquillo y Benjamin Toshack recogiendo su testigo. En la 94-95 el rodillo blanquiazul se llevó por delante al Oviedo en el Tartiere (2-5) y, de nuevo, al Albacete en una de las mayores goleadas de su historia, aquel 2-8 con tres goles de Julio Salinas. 0-6 fue la paliza del Depor al Rayo Vallecano en la 95-96, con la curiosidad de que hubo seis goleadores diferentes, Aldana, Donato, Manjarín, Alfredo, Bebeto y Rekarte, mientras que el Helmántico también sufrió el poderío ofensivo deportivista de mediados de los 90 con un 0-5 al Salamanca.
El 2-5, la ‘manito’ clásica del Deportivo
Cuando se trata de hablar de este tipo de marcadores abultados a domicilio, es precisamente el 2-5 el resultado ‘favorito’ del equipo blanquiazul. En Albacete fue la cuarta ocasión que lo consigue, sumada a la ya citada del Tartiere y a otras dos para las que debemos viajar al fútbol en blanco y negro. Fueron también en Segunda División, en 1941 ante el Avilés y en 1959 al Racing de Ferrol.
Entre finales de los 50 y los 60, cuando bajó de Primera y se ganó su fama de equipo ascensor, se dieron las otras dos goleadas de estas características en la categoría de plata. En 1958 con un 1-5 al Basconia y otra todavía mayor, en 1964, con un 2-7 en Badalona.
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