“Cuando me lesioné era imposible pensar que iba a estar así a día de hoy”

Tras una recuperación “milagrosa” en cuanto a los plazos marcados se refiere, Rafa Tresaco llama con fuerza a la puerta de la titularidad. Y con su espectacular evolución, Ziganda, el técnico con el que se bautizó en el fútbol profesional a su paso por el Huesca, añade más argumentos ofensivos a su Cultural. Pero antes de analizar el presente y mirar al futuro, Tresaco verbaliza lo que ha dejado atrás.

A finales de agosto sufría una importante lesión muscular que hizo temblar los cimientos del club: “Cuando me lesioné era imposible pensar que iba a estar así a día de hoy. Se trataba de una lesión por la que, en principio, parecía que no iba a jugar más en 2025. Luego pasó a doce semanas. Y que en la jornada 10 después de la lesión estuviera competiendo me parece una locura. Y encontrarme tan bien era impensable”.

Confiesa Tresaco que “me encontraba casi en mi mejor momento. Fue un parón en seco. Las primeras semanas psicológicamente fueron muy duras. Los compañeros, ya que me apoyé en ellos, me lo hicieron un poco más fácil. Dar gracias a Alex, en readaptación, y al servicio médico porque gracias a ellos estoy aquí”.

Cada día más fino, cada partido más entonado, el aragonés quiere subirse al carro de un equipo en dinámica ganadora. Para ello cuenta con una ventaja sobre otros compañeros: “Tengo la suerte de poder jugar en varias posiciones. Me encuentro bien en la derecha, como segunda punta o en la izquierda, que es donde más me gusta. Hay muchos jugadores de mucha calidad arriba. Durante la semana tenemos que pelear para poder jugar lo máximo posible y esto hace mejor al compañero”.

En esta línea están, según Tresaco, las claves del momento de la Cultural, un equipo “muy intenso, muy solidario en los esfuerzos. Una vez que nos ponemos por delante somos complicados de meter mano. Tenemos muchas cosas buenas, una plantilla muy amplia donde el míster tiene muchos recursos”, señala. Pero la clasificación no ciega al plantel culturalista: “Ganas dos partidos y casi estas en playoff y si no se dan los resultados estás con el agua al cuello. Por eso no la suelo mirar. Todos sabemos que esta liga es así, que hay mucha igualdad. Que sigamos sumando de tres en tres y seguir mirando hacia arriba. Ojalá. Es lo que queremos todos”.

Y de vuelta al Reino para recibir al Granada, un mensaje: “Esto tiene que ser un infierno. Tenemos que adaptarnos a cada rival y, sobre todo, el hacer ver que venir al Reino es muy complicado. El Granada tiene una calidad individual increíble. Como el Cádiz. Tienen jugadores de otra categoría”.

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