Cristian Álvarez solo le teme a las gominolas
El portero del Zaragoza paró lo imparable, pero se paró cuando le rozó una chuche verde..., a los pocos minutos encajó un gol.
“¿Pero qué cojones es esto?”. A Busquets Ferrer, el árbitro del Racing-Zaragoza no le hizo ni pizca de gracia que Cristian Álvarez, el portero de los aragoneses, el héroe del partido, el hombre que acababa de sacar de manera milagrosa una volea impresionante de Matheus Aias, parara el partido para entregar al colegiado una gominola verde que había caído desde La Gradona de los Malditos a dos metros suyo. Tan fuera de lugar le pareció que no solo le dijo al argentino la frase con la abrimos este Alargue (se ve muy claro en las imágenes de Movistar+) sino que ni tan siquiera lo reflejó en el acta. A diferencia del trencilla, yo, que quieren que les diga, comprendo al portero zaragocista. Llevaban diez minutos de la segunda parte y era un Cristian contra todos (incluidos sus compañeros). Le debía faltar aire para seguir haciendo paradones, necesitaba tomarse un respiro y como no tenía a mano un kit-kat, apareció la gominola y vio el cielo abierto. Medio minuto de respiro. Eso o que, entre paradón y paradón, Cristian lidera una campaña contra la diabetes. La pena para el rosarino, un porterazo, es que la gominola resultó su kryptonita.
Por algo le gusta
Es indiscutible que Arturo Molina le gusta más a Romo que a nadie. Más que a los aficionados y a los periodistas (a la mayoría, me refiero, que en el fútbol cada uno va por libre, como debe ser) seguro. No es futbolista dañino en área rival, no brilla en el uno contra uno, no está muy clara cual es su posición ideal, pero, por lo que sea, el míster está más tranquilo cuando el murciano está en el campo. En los dos últimos partidos, en los que ha salido desde el banquillo, hemos visto las razones: tiene las mejor de las disposiciones aunque le den pocos minutos, da continuidad al juego y aporta en defensa más de lo que muchos pensábamos. Y de lo que nos habían contado que había dado en sus anteriores equipos. Ayer salió de pivote (junto a Íñigo, que eso es mucha ventaja, la verdad) y estuvo impecable. Un punto para Romo. Y para Arturo.