Crisis por el escudo del Espanyol

Hace 14 meses, en mayo de 2022, que tras un lustro jugando al gato y al ratón, el Espanyol y las Seccions Deportives Espanyol sentaban las bases de su cooperación conjunta, en una reunión comandada por Mao Ye, CEO del club perico, y Arnau Baqué, presidente de la asociación. Y, aunque las conversaciones han proseguido en todo este tiempo en una comisión mixta de trabajo, todo parece haberse truncado esta semana, a raíz de que precisamente Baqué haya recibido una contundente carta firmada por Mao.

El fondo del asunto, como sucede desde la fundación de Seccions es 2017, es que la entidad presidida por Chen Yansheng nunca ha estado dispuesta a reconocerlas oficialmente, a pesar del pasado polideportivo del Espanyol y de la palabra ‘Deportivo’ en su denominación. Como alternativa, se les ha instado con insistencia a convertirse en una peña. A regañadientes, las Seccions crearon una como apoyo a su propia actividad como club, lo que empujó según ellos al Espanyol a permitir que utilizaran el escudo del club y su corona, aunque con limitaciones, como sucede con otras peñas tipo Runners Espanyol.

“Nosotros les fuimos pasando modelos, y uno hasta lo aceptaron, pero sólo verbalmente”, defienden a AS desde Seccions. Lo que sí permanece negro sobre blanco es el intercambio de correos electrónicos hasta la semana pasada sobre propuestas de escudos y coronas con el subdirector general del Espanyol, Toni Alegre, quien ya anteriormente habría aludido a supuestos conflictos con el proveedor técnico del club si se compartía el emblema. Apuntan desde la entidad a este periódico que se les habría ido advirtiendo en sucesivas citas sobre el uso fraudulento en que estarían incurriendo.

El caso es que, al ver que avanzaba el tiempo sin alcanzar un acuerdo y la vuelta de la pretemporada para los equipos se avecinaba, decidieron en Seccions encargar ropa deportiva para este próximo curso con el escudo de la campaña pasada, es decir, sin la corona.

Pero el miércoles, para asombro de Baqué, el Espanyol bajo la firma de Mao le remite una carta de cuatro páginas en la que se acusa a Seccions de estar incurriendo en una infracción de los derechos de exclusiva del club por estar empleando, supuestamente con fines comerciales que ellos desmienten, el nombre y el escudo del Espanyol.

En la misiva, en que se desgranan los artículos de la Ley de Marcas que presuntamente estarían vulnerando, se les avisa directamente de que se emprenderán acciones legales (civiles o penales) si en el plazo de cinco días no dejan de utilizar el escudo del Espanyol, no retiran los productos que lo reproduzcan e incluso si no envían al club material en ‘stock’ donde figure el escudo y no le transmiten un inventario con productos “infractores” que hayan ido vendiendo.

Consultados por este diario, sostienen en el Espanyol que la base de este desencuentro radica en la naturaleza de peña, que es lo que les permite emplear el escudo, pero siempre con variaciones del mismo que lo distingan lo suficiente del original y que dejen a las claras que se trata de una agrupación peñística. En este caso, la principal distinción respecto al símbolo original del club es que se cambian los términos “Reial Club Deportiu” por “Seccions Deportives”. El ‘quid’ es si el Espanyol lo aceptó verbalmente.

“Ese uso, a parte de no estar aprobado porque el Espanyol tiene los derechos exclusivos, puede llevar a confusión”, aducen desde la entidad, en la línea de lo expuesto por Alegre en las reuniones con Baqué y su equipo, y añaden que “una derivada podría ser que los partners del club reclamaran, porque mientras ellos utilizan el escudo previo acuerdo comercial, las Seccions lo harían sin haber realizado ningún desembolso”.

Mientras las fuentes del club pulsadas por AS instan a mantener la comisión de trabajo entre Espanyol y Seccions para ayudar y darles visibilidad por la difusión que estos últimos hacen del espanyolismo, por ahora sus caminos y sus escudos seguirán yendo por separado.

Justo la temporada en la que el baloncesto blanquiazul volverá a una categoría nacional (EBA) 34 años después de abandonar la ACB. Y así, sus más de 350 deportistas repartidos en ocho secciones oficiales, cinco modalidades deportivas: hockey patines, voleibol, baloncesto, balonmano y fútbol sala.