César Gelabert, del calvario a la felicidad más absoluta

Ha vuelto a sentirse futbolista y lo ha hecho con el objeto que mejor domina: el balón. Y cuando César Gelabert sonríe, también lo hace el Mirandés que, bajo la batuta del jugador palentino, ha logrado abandonar el farolillo rojo para situarse en la zona media de la tabla. Los rojillos prosiguen con la escalada tras superar al Lugo en Anduva y encadenar la quinta victoria en casa. “Sabíamos que ellos se iban a manejarse al contraataque y teníamos que hacer nuestro juego, tratando de llegar arriba desde las bandas y, sobre todo, tirar desde fuera que nos está dando resultados. La mentalidad del bloque ha sido buena. Tenemos buen equipo y lo hemos ido demostrando en los últimos partidos. Ahora están llegando los resultados”, destaca Gelabert.

Hace un año el centrocampista rojillo sufrió su segunda lesión de gravedad en el partido de Copa del Rey contra el Rayo. Muchos meses en los que tuvo que trabajar a la sombra con el objetivo de recuperar su mejor versión, aquella que mostró en la cantera del Real Madrid y las inferiores de la selección española: “Al principio me costó un poco, pero el equipo y el cuerpo técnico siempre me han apoyado. Me he sentido siempre muy a gusto. Queremos seguir peleando para continuar mejorando. Al final las lesiones están ahí. La gente me ha ayudado y ahora tengo mucha confianza en mí. Estoy feliz porque ahora puedo ayudar al equipo”.

Gelabert va ganando en confianza, al igual que el resto de sus compañeros. Desde el cambio de sistema, el Mirandés solo ha perdido un partido de los últimos doce disputados. “El equipo tampoco estaba consiguiendo todos los puntos que había merecido antes por el juego. El trabajo ahora nos está permitiendo ganar y haciendo jugar mucho mejor. La tranquilidad que nos mostró el cuerpo técnico fue clave. Sabemos de dónde hemos venido y por eso hay que ir partido a partido”, subraya.