Calero: “Las imágenes de televisión dicen una cosa, pero vivirlo lo multiplica por cinco”

El Levante ha puesto a disposición todos sus medios para ayudar a las familias afectadas por la DANA que ha arrasado la Comunidad Valenciana. Desde el Ciutat de València, donde el equipo se está ejercitando porque la Ciudad Deportiva de Buñol está inaccesible e impracticable, se ha instalado un punto de recogida de ropa y alimentos en colaboración con el Banco de Alimentos donde todos los estamentos del club, desde jugadores hasta los trabajadores de oficina, se han volcado con la causa.

El propio Julián Calero ha vivido en sus carnes la tragedia. Afincado en Chiva, en la urbanización El Bosque, que fue el epicentro de la tormenta, registrando 445.4 litros por metro cuadrado en todo el día, con un pico de 343 litros en solo cuatro horas, entre las cuatro y media y las ocho y media de la tarde, el entrenador del Levante y su cuerpo técnico tuvieron suerte de esquivar la mayor tromba de agua registrada en la provincia de Valencia, estando incomunicados durante varias horas. “Lo hemos vivido en primera persona todo el cuerpo técnico porque vivimos ahí y ha sido brutal. Las imágenes de televisión dicen una cosa, pero vivirlo es multiplicado por cinco”, subraya el técnico levantinista.

“Tuvimos mucha suerte porque nos fuimos una hora y media hora antes de lo normal a casa y eso nos salvó del sofocón más gordo de agua, lo que nos hubiera parado en la carretera y como consecuencia nos habría arrastrado como a toda la gente que se ha llevado por delante”, asegura Julián Calero, que se desplazó junto a su cuerpo técnico antes de lo normal debido a que la idea era viajar por la noche a Santiago para la disputa del partido de Copa del Rey en Pontevedra.

“Bajamos todo el cuerpo técnico a ayudar a quien pudiéramos y era imposible porque el agua llegaba a tres metros y estaba tirando paredes, moviendo coches... Era complicado incluso poder ayudar. Por lo menos estábamos ahí intentando echar una mano”, cuenta.

Por su parte, Álex Primo, guardameta del filial que se ejercita diariamente con el primer equipo, es el primer día que ha podido acudir al entrenamiento. “Yo vivo en Albal, que ha sido por desgracia una de las muchas zonas afectadas. Por suerte estamos todos bien, dentro de lo que cabe. Lo material no es importante comparado con lo personal y todas las pérdidas que han habido. Al final, quieras o no, siempre conoces a gente que ha tenido muchas desgracias”. El joven portero espera que “esta pesadilla acabe cuanto antes” e instó a la población “de Valencia y toda España” a colaborar con el club mediante todos los medios disponibles para ayudar a las personas afectadas.

Calero, además, quiso agradecer la labor de los servicios de emergencia, desde sanitarios, ejército, la UME, Guardia Civil, Policía Local y Nacional. “En estas circunstancias es de agradecer y nos damos cuenta de los servicios públicos que tenemos que son brutales”. También “mandar un mensaje de ánimo a la sociedad y especialmente a las familias de los fallecidos y desaparecidos, es una gran desgracia. Nos queda una sensación interiorizada de desasosiego, un mal estar en todos. El apoyo es lo mínimo que podemos dar. Hay sitios donde la gente se ha quedado sin nada y tenemos que ayudar en todo lo que podamos”

El técnico destacó la solidaridad de la sociedad española, volcada en la ayuda de las localidades afectadas, mientras se van conociendo los estragos de la tragedia. “Espero que sigamos en esta línea porque somos ejemplares en ese aspecto”.

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