Calero infla el globo

En el deporte, como en la vida, siempre hay una segunda oportunidad. La tuvo el Espanyol, que tras encajar un 0-2 en 45 minutos supo remontarle el partido al Amorebieta. Y también está viviendo la suya particular Calero, uno de los grandes señalados del descenso hace escasos meses. Hoy es el pichichi del equipo, clave en los 10 puntos sumados y gran artífice de la remontada ante los vascos. Dos goles suyos, el primero y el tercero, permitieron al Espanyol brindar la primera victoria a su afición.

El cero a dos con el que terminó la primera parte no fue, como en demasiadas ocasiones en el pasado, el resultado de un desastre blanquiazul. Sí fue la consecuencia de un Espanyol al que le faltaron tantas ideas como recursos y de un Amorebieta al que le sobró efectividad. Los vascos, bien plantados durante los primeros 45 minutos, aguardaron sus oportunidades. Una regalada, otra muy bien generada, y al descanso con un enorme botín.

Quien llevó la voz cantante del partido fue el Espanyol, que en el 4′ ya rondó la meta rival. Con buen ritmo de circulación le faltó, sobre todo, conectar con los hombres del centro del campo. El balón se lo repartieron entre Calero y Cabrera, que optaron demasiadas veces por lanzar la pelota directamente a Puado o Pere Milla. El primero desaprovechó una oportunidad de oro en el 18′ (sólo tenía que empujarla en el segundo palo pero no llegó) antes de caer en fuera de juego dos minutos después invalidando el gol de Jofre. El drama perico creció con la lesión de Oliván, pues con el debutante Ramon en el campo se acabó el peligro ofensivo por la izquierda y crecieron las dudas atrás.

Pese a todo ello, y a que el Amorebieta tampoco sufrió demasiado, el partido siguió siendo del Espanyol. Los visitantes limitaron su peligro a inundar de centros el área perica. De esos envenenados, de los que van tensos a portería y sólo necesitan un ligero toque para acabar en la red. Peligrosos, pero bien resueltos por Cabrera y Calero.

Sin embargo, antes del descanso, los visitantes dieron un golpe encima de la mesa. Primero Eraso, que aprovechó una pérdida de Pol Lozano para marcar el primero del partido. Y, entre el desconcierto local, Álvaro Núñez marcó el gol de la tarde. Se deshizo de Ramón y Jofre con un solo toque y remató a la escuadra del primer palo. 0-2 y un palo durísimo para el Espanyol.

Pablo Campos, espectacular durante todo el partido, desbarató el inicio de la remontada blanquiazul en el 48′, con una parada de mérito a un remate a bocajarro de Keidi Bare. Nada pudo hacer con el remate de Calero, tras un balón parado, en un remate sencillo desde el área pequeña. El ímpetu con el que arrancaron los de Luis García la segunda parte tuvo premio.

La entrada de Braithwaite permitió al Espanyol acabar jugadas, rematar lo que antes Puado no pudo, dándole más trabajo a Etxeita. La energía perica menguó, el Amorebieta lo agradeció, y los minutos se sucedieron con un dominio blanquiazul sobre el césped que no se trasladó al marcador. Volvieron a faltar ideas, conexión con el centro del campo y cierta contundencia en el remate. Los males de los que adoleció el Espanyol.

Pero los blanquiazules tienen una plantilla de calidad, con buenos refuerzos, capaces de solucionar partidos. Salvi aprovechó un remate defectuoso de Braithwaite para empatar y Calero, sorprendente pichichi del equipo, resucitó al equipo. Otra vez a balón parado, se adelantó a Sibo para remontar el partido.

El descuento fue un continuo sufrimiento para los pericos. Con Baldé lesionado y Omar muy justo de fuerzas, regalaron el balón a un Amorebieta ahora sí necesitado. Ocho minutos eternos para unos y cortos para los otros, que acabaron con la imbatibilidad de los visitantes.