LEGANÉS

Avilés, Garrido, Piotr y Qasmi, carne de salidas en el Leganés

Son los cuatro futbolistas de la plantilla con menos minutos y más opciones de querer buscar nuevos horizontes. Los dos primeros son los más factibles. Situación diferente con Piotr y Qasmi.

JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

La apertura del mercado invernal de fichajes será oportunidad para que el Leganés subsane los problemas que se encontró el pasado verano con caras nuevas (especialmente en la posición de delantero centro), pero también para dar salidas a jugadores con poco protagonismo. Cuatro son los principales candidatos al adiós visto su currículum de escasa presencia en los planes de Imanol Idiakez: Avilés, Manu Garrido, Piotr y Qasmi son los cuatro hombres señalados por el reparto de minutos para ser carne de bajas en la ventana que se abre el próximo 1 de enero.

Avilés, panorama complicado

Cada caso, claro, es diferente. Porque no en todas estas situaciones jugar poco será sinónimo de salida segura. Sí parece factible que Avilés y Manu Garrido enfilen de nuevo camino a un equipo en el que encuentren las oportunidades que no tienen al sur de la capital. En ambos casos no sería la primera vez. Canteranos ambos, tampoco han competido apenas con el escudo del laurel esta temporada.

El primero sólo ha disputado 12 minutos repartidos en tres partidos de Liga. Y 61 en Copa ante el Gernika, duelo que el Leganés perdió en la tanda de penaltis. El curso pasado el madrileño ya enfiló la puerta de salida de Butarque rumbo al Tondela de la primera portuguesa. Allí tampoco tuvo continuidad.

“Fíjate que cuando lo cedimos a Portugal quisimos ver si el problema éramos nosotros. Igual aquí no sabíamos llevarle, a lo mejor necesitaba un cambio de ambiente… pero en Tondela tampoco acabo jugando. Nosotros confiamos en su potencial porque fuimos los que le renovamos… pero no acabamos de sacar ese potencial rendimiento que tiene”, contaba Txema Indias a AS. Con contrato hasta 2026, este canterano de ya 25 años (emergió por primera vez en el horizonte del primer equipo en 2018) ha cambiado recientemente de agencia de representación en un movimiento que puede anticipar su deseo de relanzar una carrera estancada desde que en 2020 pasó a formar parte de pleno derecho de la primera plantilla.

Garrido y otra oportunidad

Manu Garrido también explotó en aquellas fechas después de que Javier Aguirre lo usara tras el parón por el confinamiento. El chaval fue titular en los dos últimos partidos de Liga en Primera del Lega, ante Athletic y Real Madrid. Su buen papel contra los primeros le valió fama. “He dejado aquí un par de chicos que valdrán millones”, vaticinó en su momento el propio Aguirre. Al contrario que Avilés, sin embargo, Manu no logró plaza tras el descenso y ha probado en sendas cesiones en Hércules y UCAM Murcia.

El pasado verano sí se hizo hueco en la plantilla, pero con la competencia que tiene delante y las lesiones, no ha disputado más que ocho minutos repartidos en tres ratitos con tres partidos distintos. El club tiene intención de buscarle una cesión para que crezca, aunque en su caso con más opciones de retornar en el futuro. Garrido (22 años, contrato hasta 2024), perteneciente a la misma agencia de representación de Avilés, también se cambió al mismo grupo que ahora representa al extremo.

Piotr y Qasmi, decisiones personales

En un escenario distinto se mueven Piotr y Qasmi. El primero tiene contrato hasta 2024. Firmó por dos temporadas en un fichaje controvertido, promovido por el Big Data. Idiakez no ha contado apenas con él, pero sí que le ha dedicado piropos de profesionalidad por su comportamiento en el día a día. Aunque tiene pinta de que no jugará mucho más en lo que resta de temporada, en su caso está por ver si el propio futbolista estaría dispuesto a salir seguramente a otro equipo menor de otra liga menor, visto que en Madrid está feliz y que la ausencia de minutos no es motivo para no sentirse cómodo en Leganés.

Qasmi termina contrato el 30 de junio de 2023. Tampoco ha jugado mucho (254 minutos en 15 partidos), pero Idiakez lo ha convertido en el tercer delantero tras Arnáiz y Juan Muñoz. Es futbolista con peso en el vestuario y uno de los que mejor rollo genera. Arrima el hombro y es tenido en buena consideración por el club, lo que provoca que su decisión personal tenga mucho peso más allá de que la llegada de otro ariete podría relegarle a un papel aún más secundario.

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