Así es el camino del Promesas hacia la permanencia

Seis jornadas por delante. Mes y medio para terminar la competición. Eso es lo que le queda por disputar a un Real Valladolid Promesas cada vez más empeñado en asomarse al precipicio, después de encajar cuatro goles en tres de sus últimos cinco partidos. Cuatro puntos de esos últimos quince, pero, sobre todo, los dos únicos triunfos logrados en la segunda vuelta han acortado la ventaja con el descenso a solamente dos unidades; una en el caso del playout.

Sin embargo, de aquí a que termine la Segunda RFEF, el filial blanquivioleta tiene margen para apartarse de la zona peligrosa, por ejemplo, a través de los tres enfrentamientos contra rivales directos, como son el Racing Villalbés, la Gimnástica de Torrelavega y el Cayón. El conjunto gallego, al que visitará este fin de semana, es el peor equipo de la segunda vuelta, con solo tres goles marcados y una única victoria (en casa, por 1-0, ante el Deportivo Fabril). Sucede, sin embargo, que los pupilos de Álvaro Rubio no ganan fuera de casa desde hace cuatro meses.

Entretanto, a los dos equipos cántabros se medirá en Los Anexos: la próxima fecha contra los gimnásticos y en el último duelo como locales al cuadro de Sarón. Y los precedentes juegan a favor de los vallisoletanos, dado que ganaron en el feudo de la Gimnástica y el Cayón no ha sido capaz de vencer una sola vez fuera hasta la fecha. Para entonces, los de Santa María de Cayón podrían estar incluso descendidos, puesto que a estas alturas están a seis puntos de la salvación.

Completan la lista de rivales el Langreo y dos de la comunidad, Zamora y Guijuelo, todos ellos a domicilio, una de las circunstancias que pueden pesar en este tramo final de temporada, debido a la racha antes comentada. No se prevé que sean duelos sencillos, además, debido a que los tres están encaramados a puestos de playoff de ascenso. Para cuando jueguen contra el Promesas, el Zamora puede estar apurando aún sus opciones de ascenso directo y el Langreo las de entrar en la promoción, mientras que lo normal es que, en la última jornada, el Guijuelo ya no se juegue nada.

Sea como fuere, parte el equipo dirigido por Álvaro Rubio con la obligación de dar un paso adelante para salvar la categoría, algo que cabría desear que se hiciera sin tantos apuros, si bien la ausencia reiterada de jugadores determinantes en diferentes tramos de campaña han penalizado a un plantel lastrado por la irregularidad y por la desgraciadamente recuperada endeblez defensiva, pues es el segundo conjunto que más goles encaja, con 48.

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