ELDENSE 0 - REAL VALLADOLID 1

Aprobados y suspensos del Pucela: Vaso medio lleno o medio vacío

El Real Valladolid cuajó un mediocre partido con balón y heroico sin él ante un insistente Eldense y en un campo en pésimas condiciones.

El Real Valladolid sobrevivió en el Nuevo Pepico Amat sin recibir disparos, a pesar de ser encajonado durante demasiados minutos cerca de su área. Después de marcar, pero, sobre todo, después del descanso, el cuadro vallisoletano se atrincheró hasta convertir en un ejercicio de heroicidad el hecho de defender el resultado, de tal manera que evitó ser disparado, aunque, por el camino, cuajó un partido mediocre con balón, no solo por culpa del terreno de juego, sino también por sus escasas intenciones ofensivas. Aunque transitó un par de veces al final, el Pucela acabó con línea de cinco defensas y Juric y Malsa por delante. Ahora; ganó, que era de lo que se trataba, si uno ve el vaso medio lleno, y no medio vacío.

John: En el gol anulado, Juanto Ortuño choca con él. En un centro posterior de Marc Mateu, esperó el despeje de Boyomo y tuvo que tirar de reflejos para despejar. Volvió a hacer de las suyas con una pérdida de tiempo e hizo el ‘salto de la rana’ en una pelota parada.

Luis Pérez: Exigido, cada vez más según pasaban los minutos, por las acometidas de Marc Mateu a quien aguantó el embate, aunque este, desde segunda altura, pusiera unos cuantos centros. Él también intentó poner los suyos, sin éxito.

Boyomo: Puede entenderse que dejara de meter el pie en ese balón de Marc Mateu; de hacerlo, quizás el despeje habría ido hacia su portería. Más allá de esa duda, volvió a imponer su físico, tanto en los duelos como a campo abierto.

Gustavo Henrique: Contundente y expeditivo, no tuvo problemas para contener a los atacantes deportivos cuando el equipo jugó más abierto. Cuando se aculó, ejerció de escudo antiaéreo. Con balón buscó muchos envíos en largo.

Lucas Rosa: Asomó unas cuantas veces en campo rival, llegando a posiciones de centro, pese a jugar a pie cambiado como lateral. Cambió al extremo derecho en el segundo tiempo, por donde llegó a la línea de cal a la primera... y última.

Juric: Solo le faltaron la lluvia y el barro para que acabara de ser feliz. En partidos así, se multiplica; ordena en fase defensiva y sabe jugar con la última línea, va con ferocidad a las disputas y en busca de recuperar el balón... Se multiplicó.

Meseguer: El dominador silencioso; acabó la primera parte ganando siete duelos y logrando cuatro recuperaciones. Esa frecuencia exitosa fue menor en el segundo tiempo, pero siguió contenido hasta que fue sustituido.

Iván Sánchez: Probó fortuna con su fuera-dentro al cuarto de hora. Parecía presagiar lo que estaba por venir, pero nada más lejos; el partido -mejor dicho, el césped- no estaba para él. Pezzolano lo vio y lo cambió al descanso.

Monchu: Sigue a un nivel excelso, como demostró con la asistencia a Sylla, con un pase que (con la ayuda de la zaga) dejó solo al punta. Le tocó ponerse el mono de trabajo más que en otros días y acabó teniendo menos presencia con balón.

Raúl Moro: El equipo tardó en encontrarle, pero lo hizo un par de veces con ventaja. En una de ellas recortó hacia adentro y la sirvió hacia dentro, donde la transición se perdió, y en otra, cuando iba a embocar, se rompió.

Sylla: No pudo rematar bien el primer balón que le cayó en el área. Ganó el duelo en la acción del gol y luego corrió bien al espacio para estrenarse. Pese a estar en inferioridad numérica, fue superior a la zaga en los duelos.

También jugaron en el conjunto de Paulo Pezzolano:

Tunde: Revoltoso desde la primera jugada, aunque a menudo desacertado. No se le puede negar que se sacrifica y lo intenta, y así lo hizo hasta el final, cuando tuvo varios conatos de contragolpes, aunque no acaba de atinar en la ejecución.

Kenedy: Nada más comenzar su participación, se fue de dos en un buen eslalon. Sin embargo, cada vez que tocaba el balón, recibía una tarascada. Fue de esos a los que el césped le jugó una mala pasada, además de estar él mismo lento.

Escudero: Le tocó faenar y apenas llegó a pasar del centro de campo. Sostuvo su banda, por la que no atacó demasiado el Eldense.

Torres: En lo poco que jugó, le dio tiempo a realizar cinco acciones defensivas de valor y ganar las dos disputas en las que intervino.

Malsa: Redebutó con pocos minutos y casi sin participación. Le faltó fe para ganar área en una transición.

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