Aprobados y suspensos del Pucela: Un punto escaso

El Real Valladolid volvió a mostrarse como un equipo apático contra un Levante correcto, aunque sin alardes. El conjunto blanquivioleta se olvidó de desbordar y fue incapaz de imprimir ritmo al balón, como le sucede a menudo, y apenas llegó a inquietar a Andrés Fernández.

Masip: Salió a los pies de Fabrício para entorpecer su disparo en el ecuador del primer periodo. Obligado por Brugué a hacer una parada un tanto rara. Salió de esa manera también a los pies de Fabrício en el gol que no subió al marcador.

Luis Pérez: Buscado en la primera mitad en balones en largo, a veces, demasiado lejanos. Corrió y asomó alguna vez en último tercio y hasta en el área. Si cuando recibió el balón en esa zona hubiera levantado la cabeza una sola vez...

Tárrega: Evitó una ocasión de Brugué con un buen tackling. Sobreexigido por Fabrício, incómodo por su físico, aunque se le impusiera con frecuencia. Estuvo a punto de marcarse en contra en el 50′ en un despeje defectuoso. Amenazó a Andrés Fernández con un testarazo.

Boyomo: Volvió a ser capital con el cuadro vallisoletano teniendo la posesión, lo cual no siempre es una buena noticia, puesto que, si bien apenas comete errores, eso denota falta de claridad. En labores defensivas estuvo correcto.

Lucas Rosa: Buscó profundizar al principio, aunque perdió brío con el avance de los minutos. En su carrera más peligrosa, no se atrevió a poner el cuero con la izquierda. Mantuvo el tipo cuando le tocó esforzarse corriendo hacia atrás.

De la Hoz: Incapaz de imprimir ritmo en la tenencia del cuero, aunque esto no siempre fuera responsabilidad suya, ya que con demasiada frecuencia el equipo se vio partido en salida de balón. Penalizado por una nueva amarilla.

Monchu: Se encontró con el larguero en un disparo exterior a los 20 minutos. Se llevó una bronca de Zorrilla por no darle el balón a Sylla en una buena situación. Sorprende que, teniendo en cuenta su categoría, no sea más dominante.

Meseguer: Omnipresente en el inicio del encuentro, aunque ocasionalmente le faltara acierto. Cuando se desprendió caído a banda, generó alguna situación peligrosa. Revoltoso, hizo muchas cosas, pero, entre ellas, también hubo algunas pérdidas.

Salazar: Ubicado en el pasillo, se le vio con deseo de participar, aunque el equipo no le encontró. Arrancó hacia adentro en su ataque más prometedor. Desactivado, como el resto del frente ofensivo, fue cambiado al descanso.

Sylla: Dela evitó su gol en el 25′, cuando la picó sobre el portero. Demasiado alejado de la zona de influencia. El equipo no generó automatismos para quitarle responsabilidad defensiva y a veces se le vio replegar como un lateral. Le faltó resuello cuando jugó en punta.

Negredo: Habilitó a Sylla para su oportunidad en el ecuador de la primera parte. Un poco lento en ocasiones en su función de boya. Voluntarioso, aunque sin los incisivos afilados, acabó cuajando una actuación gris.

También jugaron en el conjunto de Paulo Pezzolano:

Juric: Tal y como acostumbra, abarcó mucho campo, con y sin balón. Ganó todas las disputas en las que intervino y trató de asociarse en corto y en largo. Pareció dotar de otro dinamismo a la posición, aunque no resultara resolutivo.

Iván Sánchez: No leyó bien sus primeras intervenciones, aunque en un par de ellas recibiera falta. Insistió e intentó activar a Luis Pérez. Demasiado pasivo en demasiadas ocasiones, tanto con el esférico como sin él.

Biuk: Intentó desbordar como nadie lo había hecho hasta su entrada al verde. En una de estas, disparó, aunque no puso en demasiados aprietos a Andrés Fernández.

Kenedy: Le puso empeño, aunque a un jugador de su calidad se le debe pedir más.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.