Aprobados y suspensos del Pucela: Goleadores líderes

El Real Valladolid maduró un partido que se le complicó de inicio, con el gol del Eibar en una jugada mal defendida, hasta conseguir sumar tres puntos importantísimos, en una victoria sólida, liderada por Meseguer, Sylla y Salazar, sus tres goleadores, contra un rival con diez.

Masip: Ejecutado sin remisión en el 0-1. La expulsión de Berrocal le convirtió en un mero espectador hasta que el Real Valladolid volteó el marcador y el Eibar se vio obligado a dar un paso más. En ese tramo, realizó una parada a Konrad de la Fuente.

Luis Pérez: El Eibar transitó después de una jugada en la que se quedó parado pidiendo saque de banda. Subió con frecuencia y puso un buen servicio para Monchu cerca del descanso. Acalló los pitos iniciales con sus apariciones en último tercio.

Boyomo: Él y Bautista se convirtieron en una pareja de baile prácticamente indivisible. Secó al punta, favorecido por la superioridad numérica. Dejó varios gestos técnicos de gran calidad en fase ofensiva; uno, casi como extremo. Se exhibió con balón.

Torres: La tendencia defensiva del Eibar le llevó a campo rival para anticipar y jugar con balón. Encargado de dividir con frecuencia, aunque no acabara de resultar incisivo en último tercio con sus conducciones. El equipo necesitó menos de él en esta faceta con el paso de los minutos.

Lucas Rosa: Vivió en campo rival, a pesar de su lateralidad, y puso en más de un aprieto a Tejero. Resulta competitivo casi siempre, y esta vez no fue menos, aunque no encontrase acierto en los centros. Mejor cuando combinó con sus compañeros.

De la Hoz: Mostró un rango amplio; apareció en fase inicial, pero también en las inmediaciones del área rival. Lejos de resultar positivo, esto provocó cierto atasco, porque el conjunto blanquivioleta dominaba la tenencia, pero con demasiados jugadores por delante del cuero.

Monchu: Lejos de Peru Nolaskoain cuando recepciona para habilitar a Jon Bautista. A cambio, puso un buen balón para el remate de Sylla. Venancio impidió que su remate encarase portería cerca del descanso. Mejor en la base, a la que se acercó más en el segundo periodo.

Meseguer: Asomó con frecuencia por el lado derecho para convertirlo en el fuerte, triangulando con Luis Pérez y Salazar. Con el paso de los minutos se aproximó más a la base para intentar ayudar a fluir con balón. Se inventó un toque de espuela para poner el empate y filtró un pase maravilloso para el 2-1.

Salazar: Actuó como extremo derecho, interiorizado para favorecer las subidas de Luis Pérez. Un buen recorte se convirtió en un buen disparo abajo. Asistió desde el saque de esquina del empate y participó en el segundo. Nervios de acero para marcar el tercero.

Sylla: Cometió una primera pérdida fatal que se convirtió en el 0-1. Le anularon un gol poco después de una manera un tanto extraña. Le rebañó el balón a Berrocal y provocó su expulsión. Por fin, se desquitó y volvió a marcar en una gran jugada individual.

Negredo: Un testarazo suyo puso a prueba a Zidane después de un toque en un zaguero. Con su experiencia, se convirtió en comandante en jefe dentro del campo; se le vio a menudo ordenar a sus compañeros en ataque, que no son extremos. Más calidad que cantidad de contactos.

También jugaron en el conjunto de Paulo Pezzolano:

Iván Sánchez: Condujo en el lado derecho para habilitar a Salazar en el lado contrario en el gol de la tranquilidad. Vio el juego con nitidez y mejoró respecto a anteriores ocasiones, al menos, por el hecho de no cometer errores.

Juric: Se ubicó como bisagra, escoltando a Meseguer y Monchu. No se desordenó ni necesitó mostrar el despliegue de otras veces, ya que el Real Valladolid no se volvió loco y apostó por una posesión defensiva en los últimos minutos.

Lucas Oliveira: Firme en lo físico y seguro con el balón en los pies.

Moro: Contenido. No apareció en demasiadas acciones, pero tampoco hizo falta.

Marcos André: No llegó a tocar el balón.

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