Aprobados y suspensos del Pucela: Escudero obra la locura

Al Real Valladolid le costó, durante momentos en los que acumuló bastante posesión, meter mano ante el Mirandés, ante quien, no obstante, pudo irse en ventaja en el marcador al descanso. No lo hizo, el cuadro rojillo se adelantó en el inicio de la segunda parte y tocó bregar para remontar y rematar. Escudero obró la locura con un gol tardío que salva la racha triunfal, y es que sin fluidez también vale ganar.

John: El Mirandés casi no le inquietó en el primer tiempo. Tuvo presencia en salida de balón, con algún riesgo bien resuelto. A la primera que tuvo en el segundo periodo, Durdov le superó a bocajarro. Sorprendido también en el segundo.

Luis Pérez: No fue profundo en la primera parte; el equipo fue por su lado a veces, pero cogió posiciones interiores y se vio encerrado. Sin embargo, apareció en último tercio para servir el centro que acabó pasado para el empate. Rompe el fuera de juego en el tanto de Gabri Martínez.

Boyomo: Nervios de acero para sus cuatro primeros gestos técnicos con balón. Como Torres, lateralizó también su posición. Dejó una exhibición en balones a campo abierto, aunque no estaba en la mejor situación en la arrancada del empate.

Gustavo Henrique: Estuvo prácticamente impoluto en la primera parte, en la que ganó las cuatro disputas en las que intervino. Nada más comenzar la segunda, ‘apareció en la foto’ del cero a uno, en el que, en general, la defensa no estuvo muy bien.

Torres: Duplicó su rol actuando en fase defensiva más como central y, con balón, asomando un poco en zonas superiores. En seco, le ganó Carlos Martín el uno contra uno en el primer gol. El segundo viene precedido de un despeje mejorable que le saca de zona.

Escudero: Alternó situaciones de extremo puro con otras en una situación más interior con balón. Disparó desde lejos para obligar a una gran estirada de Ramón Juan. En el cero a uno quizás estuvo demasiado templado. El latigazo del tercer gol premió su insistencia a aparecer en el pasillo.

Juric: Más corrector que nunca, ante los novedosos automatismos introducidos por Pezzolano, con Boyomo y Torres lateralizados y altos a menudo. Tras la salida de Gustavo Henrique, pasó él a jugar atrás, hasta que fue sustituido.

Monchu: Dominó los tempos e intentó incidir con envíos más en largo, lo que le permitió dar tres pases clave en el primer periodo. Acabó entregando uno más, aunque, por momentos, le faltó, si no cadencia, sí profundidad. Es que no lo puede todo...

Kenedy: Poco limpio en los primeros contactos. Estuvo cerca de marcar en una jugada en la que presionó a Ramón Juan. Asumió balón con frecuencia y se mostró tan voluntarioso como acostumbra. Otra ocasión suya volvió a ser resuelta por el portero.

Marcos André: No encontró su sitio en el primer tiempo, en el que apenas entró en juego. Referencial, pero desaprovechado o, al menos, perdido en entre los tres centrales. Participó a través de una disputa en el empate a dos. Poco participativo.

Sylla: A pulsos, generó varias ocasiones en la primera parte; la última, solventada bien por Ramón Juan. Por momentos, pareció casi un extremo, sobre todo en la segunda mitad. Remató entre todas las piernas para lograr el empate. Tocado por una varita: ganó el duelo antes de hacer lo propio con el área y marcar.

También jugaron en el conjunto de Paulo Pezzolano:

Joni Montiel: Cada vez que se asoció con Monchu, hubo sensaciones positivas. Desgraciadamente, no se encontraron tanto como hacía falta.

Iván Sánchez: Actuó como extremo derecho, con cierta querencia interior, aunque la jugada del dos a uno la hace. Completó los cuatro regates intentados.

Iván Cédric: Apenas entró en juego y no llegó a rematar.

De la Hoz: Entró para defender el dos a uno y acabó defendiendo el tres a dos. Ganador de duelos en los minutos que tuvo.

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