Aprobados y suspensos del Mirandés: Puntazo a balón parado

Ramón Juan: Se vio sobreexigido en el inicio, con dos tiros a la madera y una ocasión que detuvo en los primeros ocho minutos. Soberón le engañó en el empate. Rayó a buen nivel.

Rubén Sánchez: Sufrió las acometidas desde segunda línea de Marc Mateu, que tuvo mucho protagonismo, sobre todo, en los primeros 30 minutos, en los que el Eldense mereció más.

Sergio Barcia: Ni anticipa ni despeja en el segundo gol, en el que está tan poco tenso como el resto de la defensa. Ganó duelos y secundó a Barbu con balón a Barbu, que volvía al once, pero estuvo peor que él.

Barbu: Algo fallón, como el resto de la zaga, en la primera parte, en la que los de Lisci mostraron fragilidad, pese al marcador favorable. Se queda parado en el 2-0. A cambio, rescató un punto en una pelota detenida en un cabezazo en el 93′.

Tachi: Desacertado con balón no ofreció una salida limpia y cometió pérdidas, en la línea del resto de zagueros. Cuando Lisci apostó por jugar con dos delanteros, lo sacrificó.

Jonathan Gómez: Cometió un error grave en un pase que propició la primera ocasión local. Tuvo más presencia en campo rival que Diego Sánchez, con acierto dispar.

Alberto Reina: Adelantó al Mirandés en el que seguramente sea el gol más raro de su carrera: uno fantasma que acabó siendo real más de un minuto después. Tuvo presencia con balón, pero no mucha en el último tercio.

Álvaro Sanz: A menudo tuvo que asomar en la sala de máquinas para intentar que el Mirandés encontrara la fluidez que tuvo él por momentos... pero, como su compañero en el centro del campo, sin amenazar mucho en campo rival.

Ilyas Chaira: Fue quien vio más claro que su entrega para Alberto Reina había superado la línea. Fue el estilete en algunos momentos, aunque no encontró cadencia en sus ataques.

Gabri Martínez: No acabó de estar cómodo, aunque suyo fue el centro que terminó convirtiéndose en el 0-1. Cometió el penalti por una mano que sobraba.

Martón: Estuvo a punto de empatar en un servicio desde el costado derecho, pero la zaga evitó su remate casi bajo palos. Apenas amenazó a Zubiaurre.

También jugaron en el conjunto de Alessio Lisci:

Durdov: Gracias a sus centímetros, supuso una amenaza, aunque a sus compañeros les costó dar con él.

Lachuer: En los pocos minutos que tuvo, hizo casi todo bien. Puso un centro delicioso para la igualada de Barbu.

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